El oficial de Prefectura detenido por el secuestro de cinco kilogramos de cocaína, descubiertos dentro de una valija en la dependencia de la fuerza federal en Puerto Rico el domingo pasado, declaró este miércoles no tener conocimiento del origen y cómo llegó hasta allí el estupefaciente.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que el testimonio ante el juez federal de Oberá, José Luis Casals, apuntó en idéntica dirección a lo dicho por los hermanos también detenidos, uno prefecturiano y el restante integrante de la Policía de Misiones.La coartada de que a los tres sospechosos “le plantaron la droga” en la valija y que ellos estaban convencidos que trasladaban tablets y teléfonos celulares, fue la versión presentada en sede judicial que, si bien resta ser analizada y cotejada con el resto de testimoniales que se agendarán para la semana próxima, no resultaría favorable para los imputados por el delito de “transporte agravado de estupefacientes, por la función pública y por la cantidad de participantes”.La cantidad y tipo de droga, cocaína, y su alto valor no resulta creíble para tender una trampa de este tipo. “Con un par de ladrillos de marihuana alcanzaba para quedar detenidos y acusados”, remarcaron las mismas fuentes.El efectivo de PNA, formado en la grupo de tareas Albatros, insistió en que la cocaína fue introducida en la maleta y que accedió a darle la contraseña a los guardias en el puesto de Puerto Rico para que la abrieran y comprobaran que lo que movilizaban era un embarque de equipos electrónicos traídos desde Ciudad del Este, Paraguay.El martes en tanto, los hermanos detenidos por el mismo secuestro, brindaron ante la Justicia la particular coartada. Insistieron en qué no sabían que la valija que trajeron contenía droga, que estaban confiados que transportaron “tablets y teléfonos celulares”. Y resaltaron que se creían víctimas de una trampa y que la droga se la habrían “metido” en el supuesto equipaje.El hallazgo del estupefaciente se produjo durante los primeros minutos del domingo 6 de agosto, en la guardia de Prefectura en Puerto Rico. Allí se presentó un cabo primero de Prefectura acompañado por su hermano, oficial de la Policía provincial y dejaron una valija negra y gris. El prefecturiano le pidió a sus colegas si le podían hacer el favor de entregarle la misma a uno de sus compañeros de trabajo. Los efectivos de turno decidieron intervenir y la abrieron. En el interior descubrieron cinco “panes” que reaccionaron de manera positiva al reactivo para detectar cocaína, en total 4,765 kilogramos.
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