POSADAS. Pasadas las 10 de la mañana de ayer, un grueso de alrededor de mil docentes marcharon por las calles de Posadas directo hacia la oficina del patrón: el Consejo General de Educación (CGE). Allí, en el marco del plan de lucha decidido en asamblea el pasado sábado, se manifestaron con el pedido expreso de “Incentivo ya” y “Queremos cobrar”. Así pasó otro día más de un conflicto que tiene al gobierno provincial como principal responsable y autor: fue el que cerró las puertas del diálogo y quien liquidó mal el pago del incentivo, lo que dejó a miles de docentes a lo largo y ancho de la provincia sin el pago que les corresponde. Todas estas situaciones, lejos de amedrentarlos, los unió y avivó el fuego entre ambos sectores además de profundizar las grietas que mantienen el conflicto más vivo que nunca.En el marco del paro por 72 horas aprobado en la asamblea provincial del sábado pasado, los docentes se apegaron a su plan de lucha y como estaba pautado, ayer marcharon por las calles de Posadas hacia el CGE. La masiva movilización se inició en la plaza 9 de Julio, tomó la calle Bolívar y desembocó en la Corrientes. Sólo detuvo su marcha frente a la sede de la UDPM (Unión de Docentes de la Provincia de Misiones) para repudiar al sindicato que debería defender los intereses de los “docentes de la provincia”, cuya conducción ejerce la diputada renovadora “Marilú” Leverberg. “Por el contrario, desconoce la lucha de los gremios que desde el martes de la semana pasada se encuentran de acampe en la plaza 9 de Julio”, cuestionaron.Luego, continuaron por la Corrientes hasta la avenida Urquiza para llegar al Consejo. Allí se apostaron en la puerta de entrada y por casi tres horas, no dejaron entrar ni salir a nadie del edificio. “No pudimos hablar con nadie, pero logramos nuestro cometido de pedir y exigir una audiencia con la patronal”, aseguró Mónica Balmaceda, referente del Movimiento Pedagógico de Liberación (MPL) a PRIMERA EDICIÓN. Justamente Balmaceda pudo ingresar al edificio y desde adentro intentó que se abra el diálogo. “Estuve con la secretaria de Alberto ‘Colita’ Galarza, tratando de comunicarnos con él para convocar a una audiencia, pero él se negó rotundamente. Nunca contestó los mensajes ni las llamadas, ni las requisitorias que le hacían los propios jefes. Es evidente que tenía órdenes de arriba de no recibirnos”, agregó. Luego de permanecer allí por alrededor de tres horas, los educadores regresaron a la plaza, donde permanecerán a la espera de una nueva marcha: el día de hoy, a partir de las 9; la movilización será provincial. Lo prometido, pisado“Partiendo que el Gobierno se compromete a no impulsar medidas administrativas y judiciales contra los trabajadores y sus organizaciones que participaron del conflicto en los meses de julio y agosto del corriente año”, dice explícitamente el punto 2 del acta acuerdo firmada entre los representantes del gobierno y los gremios en lucha el pasado 7 de agosto. Dicho principio de acuerdo tiene la firma de Galarza, jefe de gabinete educativo del CGE. La misma signatura que apareció en un documento que manejaban los docentes el día de ayer: dirigido al director de personal y recursos humanos del CGE, Pablo Giménez, se explicitaban en detalle “la cantidad de adheridos en los respectivos días de paro (8, 27, 28, 29, 30 y 31 de julio y 3,4, 5, 6 y 7 de agosto)”. Al final del documento, la firma de Galarza y su aclaración “autorizo la carga para descuentos”. Todo pese a los prometido y avalado con su rúbrica el 7 de agosto pasado. El documento tiene como fecha el 12 de agosto, nada más que cinco días después de haber asumido el compromiso que permitió destrabar el conflicto por un par de días. Se borra así otro inclumplido compromiso del gobierno.
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