El tío del efectivo permanece en estado crítico. El cabo primero, su padre y Porteño, presunto contrincante, están fuera de peligro. Fue este viernes a las 00.30 en la chacra 181. Secuestraron el arma del uniformado, quien aseguró que repelió un ataque a balazos del sujeto.
A balazos y sangre. Así fue la madrugada del viernes en la chacra 181 de Posadas, donde un efectivo de la Policía provincial y dos de sus familiares sufrieron lesiones de distinta consideración tras un supuesto enfrentamiento a tiros con un vecino, quien también terminó herido e internado en el Hospital Madariaga.
Ese centro asistencial fue el destino de los cuatro involucrados en el hecho, uno de los cuales, tío del uniformado en cuestión, sufrió al menos tres balazos en distintas partes del cuerpo y anoche se debatía entre la vida y la muerte, según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN.
Los médicos intentaban determinar si alguno de los protagonistas se encontraba bajo los efectos de algún tipo de sustancia.
El contrincante de la familia, conocido en la zona como Porteño?(45), permanecía alojado en el Parque de la Salud bajo custodia policial. Ayer los policías de la comisaría seccional?Decimosexta continuaban la búsqueda del arma que habría utilizado. En tanto, la Justicia ordenó el secuestro de la pistola reglamentaria del policía.
Fuentes del caso contaron que el drama se desató alrededor de las 00.30 frente a la vivienda de la familia del cabo primero de la Policía de Misiones, sobre avenida Almafuerte casi avenida Malvinas Argentinas -continuación de la avenida San Martín- a metros de la sede del club Pira Pytá.
Según testimonios de la familia del uniformado, en determinado momento se presentó en la escena Porteño, con quien se inició una acalorada discusión por cuestiones hasta el momento no establecidas.
Siempre al decir del efectivo, fue entonces que el recién llegado extrajo un arma de fuego y comenzó a disparar a los presentes. Producto de ese accionar, el policía aseguró que debió extraer su pistola reglamentaria y actuar de manera similar.
La situación terminó unos pocos minutos después con la llegada de varios móviles de la fuerza provincial, alertados por vecinos de la zona que habían escuchado los tiros.
Los cuatro involucrados debieron ser trasladados de urgencia al Madariaga. La peor parte se la llevó el tío del policía, de 49 años, quien terminó con un corte en un brazo, un puntazo en el antebrazo y tres balazos, dos en las piernas y uno en la axila izquierda. Ese último fue el que le provocó daños por lo que anoche continuaba en estado crítico, con riesgo de vida.
Con respecto al policía, de 34 años, éste sufrió al menos tres balazos, dos en el tórax y uno un tanto más abajo. No obstante, se salvó de milagro, ya que los médicos le diagnosticaron 21 días de curaciones, al igual que a su padre, de 59, quien terminó con escoriaciones y golpes en la cabeza.
Finalmente, con respecto a Porteño (45), sufrió lesiones que igualmente le demandarán 21 días de curaciones. Se trata de heridas en la cabeza y mano izquierda. Hasta anoche las autoridades no habían podido dar con el arma que presumiblemente portaba.
Un sumario por lesiones graves se instruye en la comisaría Decimosexta. En el mismo, al parecer, el padre del policía habría declarado que Porteño estaba acompañado de al menos otras tres personas y que todo habría sido un intento de robo. Por esa razón es que los uniformados continuaban ayer con la investigación, a los fines de establecer el trasfondo del confuso episodio.
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