La fundadora del comedor Los Piletones destacó la labor que realizan en las provincias para brindar alimentos a las familias y compartió su experiencia en la asistencia a los más vulnerables.
La comuna candelariense recibió como huésped de honor a Margarita Barrientos, quien brindó una charla sobre cómo lograr salir adelante con los emprendimientos sociales. Fue en el SUM de la Escuela provincial Nº8 General Manuel Belgrano y contó con la presencia del intendente Daniel Luna, el director de Turismo Municipal, Atilio Cantalupi y la encargada del comedor local Doña Pila, Cristina Navarro.
La fundadora del comedor Los Piletones, ubicado en Capital Federal, expresó su alegría por el trabajo que se realiza en varios puntos del país y en Misiones, para que todas las familias tengan acceso a una alimentación digna.
La realidad es que hay mucha gente con esta necesidad y sobre todo se refleja en las provincias, yo tengo una sede de la fundación en Santiago del Estero, trabajo con muchos pueblos aledaños y uno ve lo difícil que les resulta, cuesta generar el trabajo porque no hay cómo hacerlo; las familias hoy tienen un comedor y ojalá uno pudiera satisfacer todas las necesidades pero lo importante es que no pasen hambre, ojalá algún día no tengamos que depender de los comedores para sentarnos en la mesa y decir voy a almorzar gracias a mi sacrificio, que puedan eligir qué comer y no que otros lo decidan, afirmó Margarita Barrientos.
Agradecemos toda la ayuda que brinda desde su organización y que se pueda tomar el tiempo para venir a compartir su experiencia con la gente de Candelaria y de Misiones, para que su labor pueda ser transmitida y replicada por los misioneros, que de hecho sucede; tal es el caso de Cristina Yiya Navarro, referente del comedor Doña Pila, una versión en menor escala de lo que hace Margarita pero lo hacen con el mismo amor y entusiasmo, siempre pensando en proteger a los chicos, brindar alimento a muchas madres que también lo necesitan, haciendo actividades para la inserción laboral de la comunidad, celebró el alcalde de Candelaria, Daniel Luna.
La visita de Barrientos se dio en el marco de las conmemoraciones por Día Internacional de la Mujer, que fue el 8 de marzo. Nosotras las mujeres somos muy importantes, ya de por sí hacemos un trabajo que representa un desafío todos los días, el de poner el hombro y el alma a todo lo que hacemos, destacó.
Sobre su llegada a Misiones Barrientos añadió que estoy contenta de estar aquí, en cada provincia que uno va es una experiencia distinta, he conocido muchos lugares a los que uno muchas veces no tiene la oportunidad de visitar, pude conocer el trabajo de distintas organizaciones y el sacrificio que ponen en el día a día; logré llevar nuestra experiencia y cómo uno hace, cómo empezamos a trabajar, cómo es posible seguir trabajando por aquellas familias que lo necesitan.
Frente a una sala repleta de estudiantes, docentes y vecinos de Candelaria, la dirigente social rememoró sus inicios humildes, el camino realizado desde su vida en Santiago del Estero y su paso por el asentamiento en la ciudad de Buenos Aires.
Fue en aquellos años difíciles cuando el comedor nació como un hijo, el 7 de octubre del año 1996, empezamos dando de comer a quince niños y un abuelo, éramos muchas familias que trabajábamos del cirujeo, atábamos los carros con los caballos y salíamos a recorrer la ciudad; todas las semanas iba a la Municipalidad a ver si reconocían al comedor ante la inquietud de todos los vecinos, porque me decían Margarita si nuestro comedor es reconocido esto se va a transformar en Villa, eso quería, que el Gobierno de la Ciudad nos reconociera y finalmente lo logramos.
Finalizada su charla, Margarita Barrientos recorrió uno de los comedores más importantes de Candelaria, Doña Pila, donde compartieron experiencias con su encargada, Cristina Navarro, quien en el 2017 fue declarada Mujer del Año por el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
Desde antes ya supe que su labor venía de la mano de otra gran mujer que ya no está con nosotros y que admiro mucho, la señora Mónica Carranza (fundadora del comedor Los Carasucias), una de las madres de los comedores, conozco lo que ella comenzó y los sacrificios que ponía en cada cosa, con todas las dolencias que había vivido en su adolescencia logró volcarlo todo en dar soluciones a los otros, entonces ha dejado una buena alumna, Cristina ha aprendido mucho de Mónica y sé que seguirá sus pasos, remarcó.
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