Ser agradecido no es solo decir: Gracias. También lo es erradicando la queja de nuestra vida. Cuando la sacamos de nuestra vida estamos agradeciendo todo lo bueno, minimizando lo que consideramos como malo.
Cuando de espiritualidad y abundancia se trata es importante tener presente las dos patas que sostienen esta alianza, ya que has escuchado muchas veces que por ser espirituales deberíamos restarle importancia al dinero o a los bienes materiales. Aunque la relación entre ambas es innegable.
La abundancia es un derecho de consciencia que te pertenece desde antes de nacer. Estamos llamados a tener todo lo necesario para nuestra evolución. Aún antes de nacer cuentas con todos los recursos necesarios para sacar adelante tu propósito personal. Entonces: ¿Qué falla? La consciencia.
Cuando decimos derecho de consciencia hacemos referencia a que existe un conocimiento de este derecho y lo reclamamos ¿Cómo? Viviendo abundantemente. Confiando en que para el día de hoy todo está cubierto. Está cubierta nuestra vida entera.
Todos los gastos que puedas hacer a lo largo de tu vida ya están pagados. Ahora bien, ¿Lo crees? ¡No! ¿Verdad? Puedes mencionar ahora mismo un sinfín de razones por las cuales no creer en esta verdad, pero al menos por curiosidad intenta contradecir los hechos, los datos, las estadísticas y piensa (y siente) distinto a los demás, piensa y siente como una persona abundante con sus necesidades y deseos cubiertos. ¿Lo intentas?
La primera pata que sostiene la abundancia es la GRATITUD; dar gracias de antemano porque para HOY (el único tiempo espiritual) todo está cubierto y tienes disponible todo lo que deseas y necesitas para desarrollarte en este plano (material).
Cuando nos sintonizamos con la abundancia el espíritu solo sabe dar gracias porque todo lo que necesita para su evolución está disponible. Así la frecuencia de la gratitud hace que atraigamos más motivos para agradecer.
¡Y Ojo! Ser agradecido no es solo decir Gracias sino también erradicar de nuestra vida la queja. Cuando nos quejamos sintonizamos con la frecuencia de la carencia o necesidad atrayéndola más a nuestras vidas aumentando las razones para quejarnos. Erradicar la queja es ser agradecido en un nivel más profundo de consciencia porque entendemos que aún los desafíos cotidianos son posibilidades de aprendizaje y evolución.
La segunda pata (y no por eso menos importante) es la GENEROSIDAD.
Cuando asumimos la abundancia como una verdad en nuestra vida la manifestamos en la vida de los demás, convirtiéndonos en vehículos de esta energía.
A través de la generosidad la Abundancia se precipita en la vida de los que menos tienen y muchas veces, la abundancia también nos llegará a través de personas que son vehículos para nosotros. Por eso, no olvides aprender a recibir. Recibir es tan importante como dar.
Aprendamos a ser agradecidos por todo lo que tenemos en nuestra vida ahora mismo y aún de antemano por todo lo que ahora sabemos que esta disponible para nosotros; ¡reclámalo!
Asume de una vez que tus deudas están pagadas y tus gastos cubiertos. Cambia la frecuencia de tus pensamientos y sintoniza con la riqueza que hay disponible para ti, da gracias y sé generoso.
Libera tu mente de la queja poniendo el foco de atención en todo lo que abunda.
Conviértete en un mensajero de esta abundancia y jamás volverás a experimentar la falta.
La única verdad que necesitas recordar es que PARA HOY TODO ESTÁ CUBIERTO y repetirlo cada día al despertar.
¡Y a observar los milagros!
Colabora
Patricia Méndez
Biodescodificación y PNL
WhatsApp 3764670592
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