La Justicia confirmó que tenía quince años al momento del hecho. A los cinco días cumplió la edad mínima para ser imputado. Quedó a disposición de la Justicia Correccional. Ayer, sábado, se cumplió un año del hecho y la causa está lista para ser elevada a juicio con un detenido.
Ante la ausencia de documentos, la Justicia debió escarbar en los archivos del Registro de las Personas para establecer la verdadera edad del adolescente involucrado en el crimen del taxista posadeño Carlos Alberto?Amarilla (61). Un año después del asalto fatal, con la causa a un paso de ser elevada a juicio oral y público con un detenido, finalmente ese adolescente fue declarado no punible.
Así lo pudo saber PRIMERA?EDICIÓN mediante fuentes ligadas al caso, quienes confirmaron que de las averiguaciones realizadas por las autoridades se estableció que el involucrado tenía apenas quince años cuando intervino en el violento episodio, perpetrado durante los últimos minutos del viernes 31 de marzo de 2017 en las afueras de la capital provincial.
Paradójicamente, se supo también que ese adolescente cumplió los 16 años unos cinco días después del hecho. Esto quiere decir que, por ejemplo, si el homicidio se hubiere consumado luego de esa fecha, al mismo podría haberle cabido responsabilidad penal.
Sucede que en Argentina, en un caso de este tipo, los menores de entre 16 y 18 años pueden ser hallados penalmente responsables, aunque el tratamiento igualmente es diferente al de mayores de 18 años.
No obstante aquello, ante tal situación, el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas y al frente de la investigación, ordenó que el adolescente -que en los próximos días cumplirá 17- sea derivado a la?Justicia Correccional y de Menores para que intervenga y defina el tratamiento a seguir.
Esa fue una de las últimas acciones llevadas a cabo en la causa. La instrucción se encuentra prácticamente cerrada y, de no mediar imprevistos, será elevada a juicio oral y público en las próximas semanas.
Justamente el adolescente en cuestión -apresado apenas horas después por la Policía provincial- fue quien declaró ante Verón y aseguró que el joven que lo acompañaba, de 19 años, había sido el autor del disparo que acabó con la vida del trabajador del volante.
Una minuciosa investigación de las autoridades permitió dar con el autor más de un mes después. El acusado permaneció prófugo hasta que finalmente fue apresado en la mañana del lunes 8 de mayo de 2017 en el sur posadeño.
A la hora de ser indagado, rompió el silencio y confesó la autoría del crimen, aunque aseguró que disparó el arma de manera accidental, tras trabarse en lucha con la víctima fatal.
De la reconstrucción realizada por las autoridades surge que el actualmente detenido y el adolescente tomaron el taxi de Amarilla cerca de la Terminal de Ómnibus de Posadas, donde el chofer tenía su parada. Eran las 22 del viernes 31 de marzo de 2017.
Pidieron entonces un viaje al barrio Giovinnazo, donde ambos vivían, detrás del autódromo posadeño. Al llegar a la avenida 210 casi Cocomarola, frente a una usina de Emsa, el apresado develó sus verdaderas intenciones y encañonó a Amarilla.
Cuando la Policía llegó a la escena, alertada por vecinos, se encontró con Amarilla ya sin vida, acostado sobre las butacas delanteras del Fiat Uno que conducía. Había recibido un disparo en la nuca proveniente de una pistola calibre 22 milímetros que fue hallada horas más tarde semienterrada en un sector de malezas de la zona.
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