En el predio conviven más de cien especies y variedades vegetales que luego poblarán las calles y espacios públicos de la capital provincial a través del programa 10 mil árboles”. Apuntan a la responsabilidad de la comunidad en el cuidado de los árboles y la colaboración con los frentistas.Más de un centenar de especies y variedades vegetales conviven en el Vivero Municipal de esta ciudad, un verdadero semillero de las plantas y árboles que pueblan la capital provincial, ya que de allí sale la mayoría de los ejemplares que luego embellecen las calles y espacios públicos posadeños. El predio se encuentra en avenida 115 y Acevedo, entre Centenario y Tacuarí.
PRIMERA EDICIÓN recorrió este pequeño paraíso para los amantes de la naturaleza, de la mano de su responsable, Ester González, quien lleva 17 años trabajando en el lugar y buena parte de ellos como jefa.
Es un privilegio trabajar acá, reconoció la mujer, que está al frente de unas 25 personas empleadas en el Vivero con la colaboración de algunos beneficiarios del plan Argentina Trabaja y de organizaciones sociales.
Ellos son los encargados de plantar, cuidar, reproducir y luego sacar los distintos ejemplares que la Dirección de Espacios Públicos de la Comuna va precisando para el continuo ciclo vital de la vegetación urbana.
Árboles que pueblan las veredas capitalinas o reemplazan a otros ya maltrechos, arbustos y flores que ornamentan canteros de la ciudad. Pero también muchas escuelas solicitan plantines para incorporarlos a sus predios, al igual que el Ejército y otras instituciones con asiento en Posadas.
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Sin olvidar que cualquier ciudadano puede concurrir de 6 a 11.30 al predio de la chacra 124, en la avenida 115 casi Centenario, y elegir alguna planta para uso personal o pedir algún árbol que pueda adornar el frente de sus casas. Se puede llevar hasta dos ejemplares por persona, remarcó la jefa del Vivero.
Además, antes de entregar, controlamos a los que los solicitan para verificar que van a estar bien cuidados; acá el trabajo con el árbol es de tres o cuatro años y no podemos permitir que se desperdicie así nomás, advirtió.
Para Espacios Públicos, se abastece con las variedades que hay disponibles en cada momento y a partir de ahí ellos eligen qué va a cada lugar; la reposición de árboles es solo por otro ejemplar de la misma especie.
Y admitió que el plan municipal 10.000 Árboles representa para ellos todo un desafío: A ver si llegamos, explicó, ya que con semejante producción en un solo año, porque la cría y reproducción lleva su tiempo.
Al respecto, desde la Dirección de Espacios Públicos, Nelson Báez, indicó que 10.000 Árboles, el proyecto de la Municipalidad capitalina para plantar ese número de ejemplares a lo largo de un año, el mismo comenzó el pasado 5 de marzo y en esas tres semanas ya llevamos plantados cerca de cien en cinco puntos diferentes de la ciudad.
Además, estamos reponiendo muchos árboles que estaban secos o que se van talando por pedido, agregó, aclarando que en Posadas es obligación reponer dos ejemplares, o uno como mínimo, por cada uno que se saca. El frentista se compromete a cuidar que el árbol crezca bien, sano y derecho, y si no, avisar de inmediato a la Municipalidad para que pueda corregir la situación.
Lo que hay
Ester González divide en cuatro categorías la amplia variedad de especies existentes en el Vivero Municipal de Posadas: árboles, frutales (donde incluye los productos de huerta), medicinales y ornamentales, las cuales discrimina también entre chicas y arbustivas.
Respecto a las ornamentales, aclaró que hay unas 25 variedades. A nosotros nos conviene más lo rústico, que sirve todo el año y que, teniendo la planta madre, se le van sacando los gajos para ir reproduciendo. Las de estación no conviene tener, porque sirven solo seis meses y luego mueren.
Y en cuanto a las plantas medicinales, manifestó que las compartimos entre nosotros y también para uso de la gente particular, pero no se produce en grandes cantidades, solo para tener más variedades.
Vivir por ellas
La pasión de Ester la lleva a pensar en el Vivero mucho más allá de su jornada laboral y de sus responsabilidades: no solo se encarga de vigilar y mimar el crecimiento y reproducción de las miles de plantas de un centenar de variedades que alberga el predio municipal, sino que constantemente está rastreando nuevas especies que se puedan incorporar.
Lo que vamos encontrando lo vamos trayendo, lo plantamos y, si prende, ya lo dejamos como planta madre, relató. Oriunda de Jardín América, varias de las especies proceden de sus visitas a esa localidad, como es el caso del papiro; y otras que trajo de su casa.
También su hijo trabaja en el lugar, pero sobre todo es fanático de la naturaleza y contribuye a enriquecer su patrimonio: Esta nueva especie de penacho la trajo él de su casa y luego mi nuera me dio la semilla para plantarla también, cuenta Ester.
Y no solo los responsables del Vivero suman, sino que además hay particulares que hacen sus aportes: La banana peruana me la trajo un gendarme hace seis años y, casi por sorpresa, se halló aquí, revela la responsable, antes de explicar que esa banana es toda lila por fuera, cuando madura queda marrón, por dentro es amarilla como batata y es comestible, re dulce.
Lo más especial que uno puede ver trabajando en esto es la creatividad de Dios sobre la naturaleza, porque nosotros ponemos nuestra parte, pero el nacimiento es de él. Es impresionante la variedad, los colores , sentencia Ester.
El momento de
Como cada estación del año, el Otoño tiene sus particularidades en el ámbito de la botánica. Al respecto, Ester González apuntó que es la época de trabajar en estaca, a partir de gajos a los que se le saca toda la hoja, para que no ocupen la savia y que ésta se vaya toda a la raíz, y que se plantan en cacharros chicos.
Con la mayoría de las ornamentales se hace así cuando empieza a refrescar, y también con el romero, por ejemplo.
Entre las ornamentales más resistentes, la especialista recomendó el pakistaki, las sinesias (lo lindo es que tienen flor todo el año, remarcó) y el palo de agua.
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