Cada semana, PRIMERA EDICIÓN acompañará a los pescadores con datos y propuestas para planificar las salidas y disfrutar de nuestros ríos. Toda la información sobre los concursos de pesca e historias para no perderse.
La pesca es una pasión muy arraigada en toda la región. Un legado que va pasando de generación en generación y se mantiene vivo desde tiempos inmemoriales. Nació con la humanidad misma como una forma de procurarse el sustento diario, pero millones de años después derivó en un hobby que disfrutan grandes y chicos, sin distinción de clases sociales ni sexo. No importa si es con el último reel salido al mercado o con la económica línea enrollada en una lata. Es una actividad que nos hace crecer en contacto con la naturaleza, disfrutar de paisajes únicos. Cada pesca es casi un ritual que se comparte con amigos, con gente que sufre la misma enfermedad y sólo encuentra la cura en el río, un arroyo o laguna.
Uno de los primeros en dedicarle un libro a la pesca fue el inglés Izaak Walton, quien publicó cinco ediciones de su Tratado El perfecto pescador de Caña o el Recreo del Hombre Contemplativo entre 1653 y 1676. Hace más de tres siglos y medio, Walton consideró importante volcar en un libro sus conocimientos sobre pesca con mosca, pero fundamentalmente con caña, una modalidad que se mantiene hasta el día de hoy.
Sin duda la pesca es hoy un recurso turístico de mucho valor. Lo saben muy bien en Corrientes y Entre Ríos; y en el Sur, con las truchas. En Misiones es todavía una materia pendiente, pese a que la Provincia tiene desde 2007 una estación de piscicultura que fue financiada por la Entidad Binacional Yacyretá con la finalidad de estudio y reproducción de peces de las especies que pueblan las aguas del río Paraná. La idea original era usarla para el repoblamiento del lago de Yacyretá y otros cursos de agua del interior de la provincia. Diez años después, es todavía una materia pendiente.
La pesca deportiva mueve semanalmente a miles de aficionados en nuestra región. Algunos lo hacen como un hobby más, otros prefieren ponerse a prueba en concursos, pero a todos los une la misma pasión por disfrutar de amaneceres y puestas de sol que sólo se ven en el río. En los últimos años, Posadas vivió una transformación importante: el río Paraná pasó a un primer plano pero el llenado del embalse de Yacyretá fue un golpe duro para los pescadores, que entonces decidieron poner proa hacia el Norte de Corrientes. Ituzaingó, Itá Ibaté, Rzepecki, Paso de la Patria pasaron a ser pueblos y parajes hacia donde enfilan los posadeños cada fin de semana con la ilusión de sentir la adrenalina que fluye con cada cimbronazo de la caña, señal de que hay pique.
Las competencias de pescadores merecen un capítulo aparte. Si bien las tradicionales 20 Horas de Pesca del Pirá Pytá buscan recuperar el brillo de otros tiempos, no es menos cierto que otras fiestas convocan a miles de aficionados. Goya, con la Fiesta Nacional del Surubí, no para de crecer y en la última edición fueron más de mil las lanchas inscriptas. Ituzaingó tiene su fiesta, al igual que Itá Ibaté y la mayoría de los clubes misioneros que están recostados sobre el Paraná.
La infraestructura para atender a los pescadores también se ha multiplicado en los últimos años en toda la región: cabañas y hoteles disponen no sólo de habitaciones bien equipadas, sino también de embarcaciones, equipos de pesca y guías experimentados que convierten en realidad el sueño de sentir en la caña la fuerza de los gigantes que todavía habitan en nuestros ríos.
Desde aquí queremos acompañar a los amantes del deporte del silencio con datos, los últimos lanzamientos en náutica y equipos de pesca, pero también con toda la actividad de los clubes y torneos, para que cada fin de semana más gente disfrute de nuestros ríos. Buen pique, amigo pescador!!!
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