El 6 de marzo, en juicio abreviado, Perla Negra Acosta fue sentenciado junto a dos cordobeses por el asalto al abogado Julio Gottschalk. Recurrió en casación los diez años de pena que había acordado.
Uno de los tres condenados a diez años de prisión por robar y mantener cautiva a una familia del barrio Guazupí en junio de 2012, decidió recurrir su sentencia ante el Superior Tribunal de Justicia aduciendo que el fallo que firmó en juicio abreviado fue resuelto por la supuesta presión impuesta por las autoridades.
Orlando Oscar Acosta (52), conocido con el alias de Perla Negra, planteó la casación a la pena de diez años de prisión que el pasado martes 6 de marzo aceptó como autor de robo calificado por el uso de armas en concurso real con el delito de privación ilegítima de la libertad, calificado por participar en el hecho tres personas.
El acuerdo condenatorio se rubricó ante el Tribunal Penal 1, compuesto por los magistrados Martín Errecaborde, Eduardo DOrsaneo y Ángel Dejesús Cardozo, quienes homologaron el juicio abreviado propuesto por los fiscales de instrucción Amalia Benedicta Spinatto y Christian Antúnez, subrogantes de la Fiscalía del TP1.
La sentencia alcanzó a los dos cordobeses, Luis Nolberto Carrizo (34) y Rubén Eduardo Acuña, también como autores penalmente responsables del robo y secuestro al abogado Julio Gottschalk y a sus familiares más cercanos, ocurrido durante la mañana del domingo 3 de junio de 2012, en una vivienda de la avenida Quaranta (exruta nacional 12) y la calle 127.
El reconocimiento de culpa y condena se logró tras dos intentos fallidos de debate oral y público durante el 2017 por diversas circunstancias y recursos planteados por los acusados.
Minutos antes que se inicie el juicio, hace poco más de un mes en la sala de audiencias de calle La Rioja (entre 3 de Febrero y Rivadavia), los tres acusados y tras arduas reuniones con sus defensores oficiales, cerraron el acuerdo ofrecido por los fiscales y el debate ante los jueces no fue necesario, por lo que fueron trasladados a la prisión de Loreto para cumplir la sentencia.
No hubo mayores novedades hasta esta semana, cuando Perla Negra Acosta decidió presentar el recuso casatorio ante el STJ y solicitó una entrevista con los tres integrantes del Tribunal que lo juzgó.
La llamativa decisión que tomó deberá ser analizada por el máximo cuerpo de Justicia de la provincia pero, según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, no se barajan plazos urgentes para una definición.
Domingo dramático
El golpe que pergeñaron e intentaron dar Acosta, Carrizo y Acuña, consistió en irrumpir en la vivienda de Julio Gottschalk y reducir a punta de pistola y amenazas a la esposa del abogado y a su hijo de 10 años.
La mujer amedrentada indicó los lugares donde guardaban dinero y joyas, pero el botín de 1.500 dólares y 2.500 pesos no era suficiente para los delincuentes que la obligaron a contactarse por mensaje de texto con su pareja para que regresara al hogar.
Gottschalk no demoró y apenas pisó el garaje de su residencia fue recibido por los asaltantes apuntándole directamente a la cabeza.
El letrado buscó disuadirlos primero para que su esposa e hijo fueran puestos a resguardo. Pero no hubo tolerancia alguna, y lo obligaron a subir nuevamente a su vehículo y a conducirlo hasta su estudio jurídico sobre la avenida Uruguay frente a la calle Pedro Méndez, a tres cuadras del mástil de Mitre y Junín.
En la casa de Guazupí uno de los criminales se quedó con la madre y el niño como garantías hasta obtener más dinero. Los dos restantes subieron al automóvil de Gottschalk, pero al llegar al frente del Comando Radioeléctrico sobre la avenida Uruguay, el abogado colisionó contra un poste, se arrojó del vehículo y corrió al interior de la dependencia policial para gritar por ayuda.
Los maleantes optaron por escapar a pie y avisar vía handy a su cómplice que el plan se truncó, y debían huir lo más rápido que se pudiera y sin lastimar a los cautivos. De acuerdo a las descripciones de las víctimas y los pasos iniciales de los investigadores policiales, Perla Negra Acosta fue detenido a las pocas horas del atraco.
Sus dos cómplices directos, Carrizo y Acuña fueron descubiertos en una vivienda de alquiler de la avenida Leandro N. Alem. Allí se alojaban cuatro cordobeses con antecedentes por robo calificado y otros delitos contra la propiedad. Además se secuestraron dos automóviles, cerca de cien mil pesos, celulares y armas de fuego.
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