Mediante la modificación de una ordenanza, el Concejo Deliberante decidió obligar a los trabajadores a llevar distintivos refractarios en cascos, chalecos y cajas.
Impulsada por los concejales renovadores Abel Aguzezko y Raúl Zabala, el Concejo Deliberante de esta ciudad aprobó una modificación del artículo 21 de la Ordenanza 1606, relacionada con el servicio de motomandados, por la cual se agregaron con carácter obligatorio nuevos elementos distintivos en la indumentaria que deben llevar los trabajadores del rubro.
Así, el artículo reformado quedó redactado de la siguiente manera: El uniforme que deberán llevar los conductores comprenderá: chaleco o campera, debiéndose emplear un color representativo de la empresa, que predominará en el casco, vestimenta y cajas transportadoras, incorporándose sobre los mismos, leyendas identificatorias de la empresa. Dicho uniforme deberá contener superficies retroreflectivas o bandas reflectantes de colores reglamentarios.
La decisión de sumar exigencias a los motomandados fue tomada en la última sesión ordinaria del Deliberativo obereño, el pasado martes. Es básicamente la misma, lo que se pidió es que el chaleco sea refractario o tenga identificación refractaria. La inspección es de tránsito, como autoridad de aplicación del Ejecutivo, aclaró el edil Héctor Antúnez Proeza.
Las empresas, por su parte, afirman que aún no han sido notificadas. No sabía nada. Usamos uniforme y la identificación en la caja y casco. Seguramente al hacer la habilitación, que debemos hacer cada mes, nos van a informar, manifestó un trabajador.
El propietario de una de las prestadoras del servicio lo reconoció como una medida acertada, pensando en la seguridad del empleado y del cliente. Me parece bien por la seguridad de los chicos, es más visible. Y hoy por hoy, con el tema inseguridad, es bueno también para el cliente. Hay barrios con poca iluminación, donde el cliente desde adentro de su casa podrá ver que es alguien de la empresa a la que llamó, así que está bueno, manifestó a PRIMERA EDICIÓN.
En cambio, confió que hay otros puntos de la ordenanza que deberían ser considerados: Las exigencias son muchas y varias no se justifican, sino que perjudican a los trabajadores. Me gustaría que los concejales nos convoquen para consensuar, señaló.
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