Hoy presentamos un ejemplo que pone en primera plana que no hay edad, tiempo y razones para intentar superarse mediante la incorporación de aprendizajes y saberes.
En la edición de hoy presentamos una historia de superación pero además de emprendimiento familiar por el conocimiento.
Un ejemplo que pone en primera plana que no hay edad, tiempo y razones para intentar superarse mediante la incorporación de aprendizajes y saberes.
Como esta familia posadeña, seguramente, habrá muchas más transitando los pasillos y las aulas en diferentes niveles de la educación misionera. Resulta muy positivo observar, entonces, un efecto contagio con otros grupos familiares que logren transmitir organización, predisposición por el estudio, relacionamiento con sus compañeros y los docentes como lo hacen Liliana, Andrés y Alan.
Un destacado especial, merecen los docentes que acompañan estos procesos educativos, entendiendo el contexto y facilitando la continuidad en un momento donde, el abandono escolar, sigue siendo una gran preocupación para el sistema educativo misionero y el argentino en general.
Teníamos esta cuenta pendiente desde hace años y nos pareció una excelente manera de acompañar a nuestro hijo en este proceso y compartir tiempo juntos, contaron Liliana y Andrés en un tramo de la entrevista con PRIMERA EDICIÓN.
Según lo que expresaron los integrantes de esta familia, la intención no es solamente finalizar el secundario sino avanzar sobre una carrera universitaria y terciaria aunque ya por separado. Liliana quiere ser filósofa o psicóloga; Andrés periodista y Alan no se decide entre piloto de avión, médico o policía.
Como en el caso que nos ocupa, muchos pueden seguir incluso haciendo otras labores porque también necesitan recursos para no solo estudiar sino además llevar el alimento a la mesa, vestirse, entre otras actividades.
Solo la educación y el conocimiento nos ayudarán a enfrentar con muchas herramientas este mundo tan complejo de relacionamientos, tecnología, competitividad laboral y profesional.
El Estado debe poner los recursos para que sigamos teniendo educación pública y gratuita para todos los misioneros. Y quienes aun no se decidieron a finalizar los ciclos obligatorios, deben aprovechar una gran oportunidad que muchos países no ofrecen de igual manera.
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