Una publicación sobre el estado de salud de un yaguareté hizo estallar las redes sociales. Ecología asegura que el cuidado que recibe es óptimo y que el deterioro de su salud se debe a su avanzada edad: 25 años, cuando lo normal es de 13 a 15.
Una publicación en Facebook, a través de la cual se denunciaba el mal estado de salud de un yaguareté albergado en el parque El Puma, de Candelaria, provocó una masiva reacción en cadena en las redes sociales en las últimas horas.
El Ministerio de Ecología provincial -responsable del predio- dio explicaciones públicas, desmintiendo que el animal esté moribundo y en estado de abandono, como había descrito la misionera Diana Sofía del Rosario en su posteo.
Al respecto, el subsecretario de Ecología, Alan Benítez Vortisch, justificó el deteriorado estado de salud del yaguareté (el único que actualmente alberga El Puma) porque se trata de un animal que tiene 25 años, para una especie cuyo promedio de vida en su hábitat natural es de 13 a 15 años. Si lo comparamos con la edad humana, tendría actualmente 110 años.
En ese sentido, según detalló a PRIMERA EDICIÓN, el prolongado paso del tiempo se nota en su movilidad, reducida por una enfermedad articular degenerativa crónica, una especie de artrosis que le impide utilizar normalmente las patas traseras, pero está en óptimas condiciones de nutrición y de atención veterinaria, remarcó.
Respecto a la herida en el lomo, que tanto conmovió a la denunciante y a los usuarios de redes sociales, el funcionario explicó que lo más probable es que se la haya provocado él mismo al rascarse y que se haya infectado, y que solo se le pueden hacen curaciones parciales porque, para suturarla por completo, habría que dormir al animal, a sabiendas de que, si se lo anestesiara, sería casi segura su muerte por su avanzada edad.
Los veterinarios hacen lo que pueden, aun poniendo en riesgo su propia integridad física, ya que lo máximo a lo que pueden recurrir para higienizar y cauterizar la yaga es a una especie de cepo que no inmoviliza por completo al felino que, pese a sus limitaciones, aún conserva su instinto y su capacidad de dañar si reacciona.
Testimonios de la crueldad
Benítez remarcó que El Puma es una reserva ecológica, que no tiene nada que ver con un zoológico: allí ingresan animales con algún daño en su salud, como resultado de atropellamientos, maltratos o caza furtiva, y, ni bien se los cura y rehabilita, son devueltos a su hábitat.
Por eso, por la propia razón de ser del establecimiento, es imposible que los animales que allí se encuentran puedan lucir en perfectas condiciones como a veces desearían los visitantes.
Algunos están en el lugar de manera transitoria y otros, por su condición irrecuperable -bien por problemas de visión, o por lesiones o mutilaciones provocadas por trampas-, quedan en la reserva hasta el final de sus días, aclaró.
Este último destino alcanza a aproximadamente el 45% de los animales que llegan a El Puma, y es también el caso del yaguareté de la polémica, que curiosamente nunca tuvo nombre.
Allí llegó cuando tenía apenas dos años, procedente del Zoo-Bal-Park de Montecarlo. Es decir, que pasó toda su vida en cautiverio y, por lo tanto, no tenía recursos como para sobrevivir por su cuenta en un entorno natural.
Para el funcionario, esos animales que permanecen en El Puma porque no podrían valerse por sí mismos, sirven a la población que visita la reserva (pero especialmente a los chicos y jóvenes) como testimonio de las atrocidades que el humano a veces comete contra los animales.
Involucrar a la ciudadanía
La semana pasada se lanzó en Puerto Iguazú la Línea de compromiso ambiental ciudadano, a través de la cual se apela a la conciencia y a la acción de los pobladores -en especial de la Zona Norte de la provincia- para que se involucren en la conservación de la biodiversidad que tiene Misiones y en la lucha contra cualquier tipo de acción que atente contra la integridad de la fauna local.
Para ello, se habilitó un contacto directo entre la ciudadanía y el Ministerio de Ecología para recibir denuncias a través de WhatsApp o mensajes de texto (en condiciones de estricta reserva de la identidad del colaborador) sobre cualquier hecho de caza furtiva, tenencia ilegal de animales silvestres, atropellamientos o cualquier otro delito ambiental, aportando el lugar y la hora, para que las autoridades puedan actuar en consecuencia.
Llegaron hurones bebés
El domingo, el Departamento de Fauna del Ministerio de Ecología recibió la comunicación de que vecinos habían encontrado a dos hurones bebés junto a su mamá atropellada sobre la ruta 14, en San Vicente.
Personal de la cartera ambiental se acercó a buscarlos y los trasladó al parque El Puma, donde ya están siendo atendidos. Por fortuna, ellos no sufrieron lesiones.
Ambos ejemplares vienen a sumarse a la variada fauna que alberga la reserva, desde tucanes y otras aves hasta ocelotes, pecaríes, un tapir, un tirica y monos, entre otros.
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