La escalada del dólar, la creciente inflación, la cada vez menor capacidad de compra de los sectores de menores ingresos en la Argentina terminarán con el efecto menos deseado: la multiplicación de los pobres en el país.
Aunque todavía no hay un dato oficial por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), fue la Universidad Católica Argentina (UCA) la que advirtió días pasados que todo indica un incremento en las cifras nacionales de pobreza. Otra vez, al igual que con el kirchnerismo, la Iglesia va fijando datos de la agenda económica y social. Especialmente en días en los que el Gobierno y la oposición debaten en el Congreso una definición por la legalización del aborto.
No son pocos los que tienen una lectura particular de una reciente designación que el papa Francisco realizó en el Arzobispado de la ciudad bonaerense de La Plata: como renunció monseñor Héctor Aguer, la máxima autoridad eclesiástica mundial determinó que asuma Víctor Manuel Fernández, exrector de la UCA e impulsor de muchas de sus actuales sedes y actividades.
Todas las evidencias muestran que estaría aumentado la pobreza de forma no explosiva, pero sí importante. Y seguramente las mejoras obtenidas en 2017 estarían teniendo algún nivel de marcha atrás, aseguró en declaraciones radiales el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Agustín Salvia.
La tendencia a la mejora registrada en el segundo semestre de 2017 se vio paralizada con un rebote inflacionario en el primer trimestre, después de la devaluación de diciembre, agregó.
Lamentablemente, serán nuevamente los sectores de menores recursos los que vuelvan a pagar los resultados de los errores en las políticas económicas, la falta de un plan económico y la especulación empresaria.
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