El efectivo fue absuelto en noviembre de 2016 por el Tribunal Federal de Posadas. Ahora deberá continuar la investigación a tres jefes de la fuerza de seguridad, uno en actividad.
Los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJ) Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Luis Lorenzetti ratificaron el fallo que absolvió al alférez de Gendarmería Nacional Ramón Silvera de la acusación por los delitos cohecho, mal desempeño de los deberes de funcionario público y concusión, emitido el 15 de noviembre de 2016 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, integrado por los jueces Norma Lampugnani, Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi.
Silvera, de 41 años y conocido como Monchi en su pueblo natal, Concepción de la Sierra, fue el primer acusado por este delito en llegar a debate oral en la historia judicial local.
Vale recordar, tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, que en febrero de 2017 el Tribunal Oral Federal de Posadas rechazó la primera apelación interpuesta a este fallo por el fiscal general Rubén Ángel González Glaría.
Monchi Silvera fue acusado de cobrar coimas en 2009 en un puesto de control vial que tenía a su cargo en El Arco de la ruta nacional 12. Durante siete jornadas en noviembre de 2016 fue juzgado y no sólo le correspondió la absolución de toda culpa, también anularon toda la investigación realizada en Instrucción y se ordenó la apertura de un expediente que incluye a tres ex altos mandos de la Agrupación IV Misiones de Gendarmería Nacional durante 2009.
El fiscal González Glaría interpuso la casación contra dicho pronunciamiento. El 20 de diciembre de 2016, el Tribunal rechazó el reclamo fiscal y lo remarcó como inadmisible, atendiendo a que el Ministerio Público Fiscal (en el debate oral a cargo de Vivian Andrea Barbosa), al momento de pronunciar su alegato, circunscribió la imputación a los delitos de exacciones ilegales en la modalidad de concusión, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, y solicitó una pena de dos años y seis meses de prisión y cinco de inhabilitación (artículos 266, 248 y 54 del Código Penal).
A lo que el Tribunal remarcó que este pedido de pena inhabilita para recurrir en casación por imperio del artículo 458 del CPPN, que establece para la viabilidad que la pena pedida exceda los tres años de prisión. El escaso monto punitivo quita legitimación al recurso.
El Tribunal encontró errores en la instrucción de la causa, la que se inició a mediados de 2009 y sospechaba sobre el cobro de coimas a transportistas en el puesto de control en el límite entre Misiones y Corrientes, pero también en otros tramos de la ruta 12, como en el ingreso a Candelaria.
Durante 2017 Raúl Ornar Pleé, fiscal General ante la Casación Penal, interpuso un recurso de revisión del fallo tras el revés en la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, firmado por Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Germignani, quienes rechazaron la intención del Ministerio Público Fiscal Federal de Posadas contra la misma sentencia absolutoria. El planteo de Pleé no tuvo el efecto buscado e insistió ante la Corte con idéntico final, más el resaltado de que no hubo efecto arbitrario en la decisión del Tribunal Federal de Posadas.
Con la ratificación de su inocencia, Silvera ahora podrá avanzar en la exigencia de los informes a Gendarmería, entre otros puntos, sobre los vuelos de helicóptero realizados para esta investigación por parte de los pesquisas del Centro de reunión de informes Misiones, ante la sospecha de la comisión de delitos de acción pública.
El final del “calvario”
Pasaron ocho años de calvario, pero no bajamos los brazos, inventaron una causa, casi me mataron en Fuerte Apache, me pasaron a disponibilidad, con el 30% del sueldo tuve que criar a mis cuatro hijos, cuidar a mi familia, no hay lo que no hice para ganarme un mango para comer.
Ramón Silvera dialogó ayer con PRIMERA EDICIÓN y, en cada frase relacionada a la determinación de la Corte Suprema de Justicia de ratificar su inocencia, recuerda el tiempo de sufrimiento iniciado en junio de 2009.
Todo lo que me hicieron los exjefes de la Agrupación Misiones de Gendarmería fue tomado de los pelos, sólo querían sacarme del control vial de El Arco porque no había privilegios y se revisaban todos los camiones. Nunca entendieron que un alférez se oponga a cumplir una orden injusta y que decida cumplir con mis funciones. Por controlar parejo y acceder a dejar pasar a nadie. Por suerte o gracias a Dios, fui juzgado por un Tribunal (Federal de Posadas) compuesto por jueces incorruptibles que no sólo se animaron a declarar mi inocencia, sino a pedir que se investiguen a los que armaron esta causa en mi contra, argumentó.
Hoy Silvera es oficial de GN, recuperó sus funciones y adelantó: Ahora me voy a poner un traje y pediré una audiencia a la ministra (de Seguridad) Patricia Bullrich, necesito contar y relatar lo que me tocó sufrir y quiénes son los responsables, incluso los que hoy mantienen su poder con cargos consulares y hasta en organismos de inteligencia.
Silvera no abandonó los estudios dentro de Gendarmería y hoy está en condiciones de solicitar su nombramiento como Segundo Comandante, tras el reconocimiento de cumplir el quinto año de oficial.
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