
Con la llegada del quinto detenido sospechoso de haber participado del asalto a la embotelladora de bebidas gaseosas de la avenida Rademacher, los investigadores policiales también trajeron desde Santo Tomé una serie de elementos incautados que resultarían determinantes, entre ellos, el teléfono celular del correntino de 37 años que contiene mensajes de texto y audio que lo ligarían de manera directa con los demás aprehendidos por el feroz atraco del viernes 8 de junio en esta capital.
Pocos minutos después de las 10 de ayer, efectivos de la Dirección de Homicidios arribaron a su dependencia de calle Santiago del Estero provenientes de la vecina provincia con el sujeto atrapado el lunes por la noche en una vivienda de Santo Tomé. Se trata del propietario del Renault Logan negro que, se baraja con fuertes evidencias, fue el automóvil utilizado para dar el golpe comando a la planta de soda representante de la marca Ivess.
Según fuentes ligadas a la pesquisa consultadas por PRIMERA EDICIÓN, las comunicaciones del último detenido con sus presuntos cómplices no son pocas y los mensajes previos al atraco no dejarían dudas de su participación. No sólo en la ejecución, también en la elucubración y planificación al detalle del delito.
El celular será analizado por peritos en comunicaciones y se solicitarían informes a las compañías de telefonía para determinar las líneas y los entrecruzamientos de llamadas y mensajería, como también los puntos de rebote de antenas lo que precisaría los movimientos del sospechoso, antes, durante y posterior al golpe.
En cuanto al Renault Logan que fue secuestrado en Santo Tomé, también fue trasladado ayer a Posadas y permanece a disposición del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, bajo custodia en un playón de estacionamiento de la Jefatura de Policía.
Cabe recordar que, de los cuatro sospechosos restantes, tres optaron el martes por guardar silencio ante el magistrado asesorados por el defensor oficial Mario Ramírez.
Sólo declaró uno de ellos y buscó desligarse del asalto asegurando que ni siquiera estuvo cerca.
No obstante, los cuatro fueron imputados provisoriamente por el delito de robo calificado, en este caso por el uso de arma de fuego.
Para los investigadores, los cinco arrestados serían quienes tramaron y ejecutaron el asalto a mano armada, del que huyeron con 150 mil pesos en efectivo que correspondían a la liquidación de haberes de varios empleados de la empresa damnificada.