Con una mirada crítica, José Olivas Varela, especialista en Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, pidió no obsesionarse ni deslumbrarse con los instrumentos tecnológicos.
Con los datos masivos que se generan y que parece que hay, se tiene la sensación que ya todo se sabe, que todo se puede predecir; soy absolutamente contrario a esa idea, declaró el doctor José Ángel Olivas Varela (Universidad de Castilla-La Mancha, España) durante su conferencia inaugural en el 13º Congreso Nacional Tecnología en Educación y Educación en Tecnología (TEyET).
Su presencia en el Congreso, que se desarrolló en el Módulo Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales que está en el Campus de la UNaM, ayudó a tejer algunos hilos para desapropiarse de ciertos mitos que hay en la sociedad en general respecto a la tecnología.
A veces la sociedad demuestra cada vez más ignorancia (disculpen las rudeza) y ello juega un papel un tanto peligroso. Se simplifica todo: que los coches van a andar solos o que todo está en Google. No se cuestionan. ¿Quién trabaja en Google? Tengo tres alumnos trabajando allí y son de carne y hueso. Son personas como cualquiera. Entonces, ¿dejamos a la sociedad en manos de tres chicos asiáticos muy listos que están en Google?, interrogó.
Para Olivas Varela es fundamental ser racional al momento de entender los cambios sociales que están provocando la interrupción de estos nuevos modelos instrumentales.
No hay que perder los objetivos y no obsesionarse ni deslumbrarse con la tecnología. Es un cambio, más que de paradigma, de modelo instrumental. Los instrumentos son diferentes. Mejores para algunas cosas y para otras puede que no. La interacción personal es vital, no me quiero convertir en esta secta japonesa que la madre les echa la comida por la gatera a los hijos y éstos tienen amigos virtuales, mascotas, vida virtual. A mí me gusta sentir, cuando está ante un paisaje bonito mucha gente lo ve a través del visor del celular. Cuidado con eso que está provocando un exceso de muchas cosas.
La conferencia del doctor José Ángel Olivas Varela en uno de los foros argentinos más destacados para la comunicación de resultados, análisis de proyectos colaborativos, discusión de enfoques y mecanismos de transferencia de conocimientos a la comunidad, despertó gran interés en la comunidad educativa y científica. Sus reflexiones y estudios se presentaron ante un auditorio repleto pero además pudieron ser seguidas en línea a través de la plataforma UNaM Trasmedia.
La mirada del experto español es muy crítica. Olivas Varela cuestiona todo el tiempo y alerta : Somos muy dependientes (de los medios tecnológicos). ¿Qué pasa mañana cuando nos apagan el interruptor de Facebook, WhatsApp o tal? Parece que el mundo se caería. Imagínate que mañana buscamos el teléfono y no tiene nada: redes sociales ni telefónicas: Te sentirías un náufrago. Habría un conflicto mundial, las parejas rompiendo, padres peleándose con los hijos, bromeó.
Entonces, ¿La vida de la riqueza de las sociedades de Argentina o Sudamérica, la dejamos en manos de lo que decida Facebook de cuatro frikis californianos?, interpeló.
El expositor, con un máster en Ingeniería del Conocimiento del departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, se autorreconoció muy analítico con aquellas afirmaciones acerca de que la inteligencia artificial lo está abarcando todo. Para nada, y hablo como especialista en ello.
El factor humano
Para el científico, la dimensión humana siempre va a intentar ir por delante de la inteligencia artificial y uno de los ejemplos en los que trabajo y más me gusta es el lenguaje.
Explicó Varela: No es fácil entender el sentido de un mensaje en una red social de forma automática, que es lo que se suele llamar análisis de sentimientos, que es de lo que habló en su exposición.
El mensaje de texto tiene un componente que es el contexto y es muy difícil de dotar de contexto a las máquinas, puntualizó.
Cuando ellas analizan mensajes o tratan de ser inteligentes, no lo logran y creo que así será, de forma perpetua, mientras exista la raza humana, insistió.
Puedes dotar a las máquinas de contexto para un determinado tema, por ejemplo en el ámbito médico para ayudar a la decisión en medicina o en el ámbito de robótica espacial para guiar un robot por Marte. Pero un contexto general, como solemos tener los humanos va a ser difícil, manifestó.
Pese a la explosión en los datos, la inteligencia artificial sigue siendo algo muy restringido a dominios específicos y no a una inteligencia general con R2D2, dijo citando al robot de la Guerra de las Galaxias.
¿Apocalípticos o integrados?
El doctor Varela dejó en claro que él no tiene tantas expectativas con la tecnología. De hecho, es muy crítico con el uso compulsivo de los móviles y las tecnologías en el aula. Incluso, aseguró que no le permite a sus alumnos que las usen en horario de clases y explicó: Hay ciertas cosas que son, por lo menos, peligrosas porque hay estudios que demuestran que la exposición vuelve al cerebro perezoso. Por ejemplo, hablemos del ejemplo de copiar en los exámenes, con las tecnologías ya no serán las chuletas (expresión española que alude al machete), que son ya casi una pieza de arqueología, ahora sería un sistema con micro auriculares, sonrió.
Su cuestionamiento también atraviesa al exceso de información que circula en Internet donde se aprende, por ejemplo, mecánica en un curso de YouTube. Ni tanto ni tan poco. En este momento estamos desbalanceados. Siempre voy a preferir que un piloto de avión aprenda con un maestro humano no artificial.
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