El domingo se cumplieron cinco años de la Tragedia Tarefera de Salto Encantado, donde ocho trabajadores rurales, entre ellos algunos menores de edad, perdieron la vida en un accidente de tránsito cuando regresaban después de una jornada de trabajo.
Familiares y algunos dirigentes rurales recordaron la fecha, y reclamaron por la impunidad que se impone ya que no hubo justicia para las víctimas ni para los sobrevivientes. Las condiciones de explotación han empeorado de la mano del Gobierno, señalaron desde algunas organizaciones.
Estamos seguros que la justicia llegará, y que terminaremos con la explotación sistemática y asesina mediante la organización sindical de los trabajadores de la tarefa, con la solidaridad del movimiento obrero y de la sociedad, expresaron desde el Sindicato Único de Obreros Rurales (SUOR).
El accidente ocurrió el 17 de junio de 2013, en la ruta provincial 220, cuando un camión sin las condiciones para el traslado de personas se quedó sin freno y volcó, causando graves lesiones que provocaron la muerte a ocho trabajadores: Miguel Ángel Miranda (55), José Francisco Piñeiro (42), Hugo Arturo Franco (33), Luis Alberto Godoy (31), Maximiliano Fabián Da Silva (26), Edgardo Ferreyra (17), Fernando Piñeiro (14) y Lucas Rodríguez Da Silva (14).
Después de aquel accidente, el Gobierno provincial lanzó un plan para que las empresas productoras de yerba mate y los cuadrilleros encargados de la cosecha, adquieran colectivos en desuso de las empresas de transporte público, para el traslado de los peones rurales. El programa funcionó un par de años pero luego todo quedó en la nada.
Actualmente, gremios y productores denuncian que los tareferos siguen siendo trasladados en condiciones precarias y riesgosas por las rutas y caminos de la provincia.
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