Padres impidieron ayer el ingreso de alumnos y docentes para reclamar nuevamente a las autoridades de Educación que cumplan con los arreglos prometidos en 2017.
Inesperadamente en la mañana de ayer, alumnos y docentes no pudieron volver a clases porque no empezaron las obras prometidas para poner en condiciones la Escuela 238. El viernes hubo una toma similar de parte de los padres y les habían asegurado que el lunes (por ayer) iban a iniciar los trabajos.
Sin embargo, al ver que no iban a cumplir con la palabra reiniciaron la medida. Inclusive, los manifestantes procedieron a manifestarse en el marco de una olla popular, frente al establecimiento, para hacer visible el reclamo y la falta de respuestas. No obstante, confiaban en que hoy sí se pueda volver a dar clases.
Al menos así lo esperan los padres que contaron la dramática situación a la que están expuestos sus hijos, sin tener siquiera los baños en condiciones, ni hablar de lo ruinoso en el que se ve el edificio en general.
Con la medida de ayer, los padres volvieron a insistir que se hagan los arreglos necesarios para la seguridad de los alumnos.
A las 7 de la mañana llegó un obrero, supuestamente para trabajar, pero ni herramientas trajo. Recién a las 9 llegó el director de la obra, pero sólo a mirar. No podemos permitir que nuestros hijos den clases en esas condiciones, fue el relato angustioso de una mamá a PRIMERA EDICIÓN.
Nos prometieron las mejoras edilicias en octubre del año pasado. Tuvieron todas las vacaciones, ya va a comenzar el receso de invierno y todavía no hay un solo avance, refirió la mujer.
La manifestación de este lunes tuvo el mismo tinte que el de la semana pasada, jornada en la cual se acercaron con pancartas y banderas para reclamar Por una educación digna y segura.
Pasos positivos
Cerca del mediodía, después de un intento fallido de llegar hasta la sede del Consejo de Educación para hablar con alguna autoridad de peso, los papás (un grupo aproximado de 30 que encabezan los reclamos) volvieron a la escuela donde organizaron la olla popular. En ese marco recibieron la noticia de que otro largo reclamo, el de la designación de un portero, también está en vías de solución.
Nosotros no estamos buscando ningún tipo de conflicto, tenemos toda la voluntad de hacer el camino del diálogo; sin embargo, al no haber cumplimiento de la palabra dada tampoco nos quedamos con los brazos cruzados a esperar que algo le pase a nuestros hijos, señalaron.
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