“Duma” sigue de guardia y como desde hace más de una década le ladra a los extraños que se acercan al portón. Fue justamente Carlos Guirula (33) quien la trajo a su casa del barrio El Lucero. “Me llamó un día diciéndome ‘comprá alimento que llevo una perrita’. Yo no podía creer, le dije que era complicado por nuestros hijos que eran pequeños, pero él insistió, porque le gustaban los animalitos y no podía dejarla en la calle”, cuenta Nora (41), la viuda de Carlos, quien desde hace cuatro años sufre y padece el vacío que dejó la ausencia de su marido. “Sigo adelante por mis hijos, aunque no entiendo porqué se ensañaron tanto con Carlos, era una deuda pagada y nada de eso justificaba tanto daño. Él tenía nueve costillas fisuradas y varias rotas. Sin embargo, no vi ninguna foto de los policías detenidos donde se viera alguna lesión”, argumentó. De esta manera Nora se refiere a los uniformados que fueron apresados tras la golpiza que sufrió su pareja y padre de tres de sus hijos. Una golpiza que le costó la vida. “Teníamos tantos proyectos”, afirma la dueña de casa, quien es docente hace 17 años. “Cuando recibimos nuestra casa propia acá en el barrio, allá por 2009, Carlos tuvo la idea de construir una pileta, algo no muy difícil para él, que era oficial albañil. Incluso la idea que rondaba por su cabeza esos días era la de poner una ferretería. Todo quedó en la nada…”, se lamenta. “Siempre hay mucha tristeza, nos hace falta, pero seguimos adelante. Yo sigo esperando que en un momento él llegue de trabajar. Mis hijos a veces no recuerdan su rostro y entonces miramos fotos y lo recordamos. Le llevamos flores al cementerio, lo recordamos el día del Padre y en las Fiestas”.Nora tiene cuatro hijos, el mayor de 21, que la acompaña durante la entrevista, y tres menores de 9, 11 y 13 años que al momento de dialogar con PRIMERA EDICIÓN se encontraban en la escuela. Tras recordar a su marido y de todo lo que lucharon para estar juntos, Nora sabe que debe pensar en el presente. De la proximidad de un juicio y que le verá el rostro a los acusados de matar a Carlos, quienes actualmente se encuentran en libertad. “Me dolió que los liberaran”Con respecto a la reciente medida judicial que ordenó que los sospechosos recuperen la libertad por el exceso en los plazos de la prisión preventiva, Nora dijo “fue increíble la cantidad de gente que me llamó cuando salió a la luz esa noticia, de que estaban libres. Amigos, familiares, conocidos… realmente muchos preocupados por cómo me sentía. La verdad es que me dolió mucho que los liberaran. Pero tengo fe en la Justicia. Ahora que están afuera de la cárcel, sus abogados dejaron de apelar y de poner trabas. Sólo estamos esperando la fecha del juicio, está todo encaminado para que salga este año”, vaticinó. Acerca de la posibilidad de encontrarse en la calle con los imputados, la viuda reveló que “no sé qué sentiría… me indigna no saber por qué tuvieron tanta agresividad contra él. Yo entiendo que están en su derecho de recuperar la libertad, pero en el fondo es algo que te duele porque aún no se hizo justicia. Nunca conocí a los acusados, en el juicio tendré la chance de estar frente a ellos. No entiendo como ninguno de los subordinados, porque había varios policías en el momento de la intervención policial, no fue consciente de decir ‘paren un poco’…no se pueden cebar de tal manera. Se supone que ellos tienen que cuidar y proteger. Uno espera que tengan cierto comportamiento, es decir, los preparan para realizar los operativos y para reaccionar ante ciertas situaciones. Quiero creer que la Policía actualmente cambió sus métodos, espero que todo esto que pasó realmente sirva para cambiar algo”, sentenció.“El juicio será algo muy duro”“El juicio solamente nos dará un poco más de paz, el dolor lo tendremos siempre. Soy consciente de que un debate oral y público será duro, pero es una etapa jurídica que se debe cerrar, hay cuestiones legales que nosotros, la familia de Carlos, no podemos resolver hasta que exista un fallo firme. Nuestra expectativa es que se haga justicia y tengo la esperanza de que sea favorable para nosotros”, precisó. “A los testigos que tiene la causa les diría que digan la verdad, que digan cómo fueron las cosas”, agregó.“El peor y mejor consejo”“Cuando me dijeron que Carlos falleció, una de las cuestiones más difíciles fue cómo decirle a mis hijos. Llamé a una amiga psicopedagoga y, a mi criterio, me dio el peor y el mejor consejo. Me dijo ‘mostrale el cajón, hoy duele pero con el tiempo vas a ver que es lo correcto’. Entonces los chicos tuvieron la despedida a su padre. Saben que no desapareció, saben dónde está. Hoy creo que Carlos estaría orgulloso de sus hijos. Son felices, les va bien en la escuela, están llenos de energía, tienen sus actividades como artes marciales, con sus torneos y amistades que se hacen con el deporte”. Nora es sincera pese al inmenso e incomprensible dolor que padece. “Entiendo sus sufrimientos. Las familias de ellos (por los imputados) sufren, no les fue fácil estar presos y no ver a sus hijos, pero deberían pensar que los hijos de Carlos jamás volverán a ver a su padre”. Por último, consultada sobre si perdonaría a los policías acusados de matar a su marido, Nora reflexiona y dice: “Estoy tranquila, no les guardo bronca o rencor, lo hago por mi familia. Espero que se arrepientan y cambien, es lo que espero. Y que sean conscientes de lo que hicieron y de todo el dolor que causaron”.
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