Pese a las vacaciones de invierno en la Argentina y la llegada de turistas a la tierra colorada, el tráfico en el paso fronterizo que una esta localidad con la vecina orilla paraguaya no se ve desbordado como en otras épocas, donde se formaban interminables colas con una espera de 8 a 12 horas, inclusive. Hoy el panorama es otro.
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