Se nuclean bajo el nombre “Club de Abuelos del Barrio Los Pinos”. Se juntan los viernes a la tarde en un salón que le prestan en la sacristía de la Capilla de la Virgen de Lourdes; allí nacen algunas de las propuestas que al tiempito nomás se transforman en hechos concretos, como por ejemplo la iluminación nocturna de cada esquina, que para ellos es una buena manera de hacerle frente a la inseguridad. También venden rifas, pollos y locro, con tal de generar recursos que les permitan afrontar gastos para la construcción de rampas en las calles internas, incluyendo a las personas con alguna discapacidad motriz. También construyen canteros para las flores y libustrines. Es que se pusieron como objetivo ganar un concurso que elegirá al barrio más florido y limpio de Posadas.(LEA EL INFORME COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL MIÉRCOLES 2 DE SEPTIEMBRE)
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