Los docentes en protesta sumaron este jueves otro sector a la lucha: el Sindicato de Camioneros. Mientras que los educadores, a través del MPL, Udnam, Utem, Ameduca resolvieron convocar a un nuevo paro de 72 horas a partir del lunes, el Sindicato de Camioneros anunciará hoy un paro progresivo que, también desde el lunes, afectará al transporte de combustibles. Si no hay respuestas, se extenderá al transporte de caudales. La problemática docente misionera responde a la regla proporcional inversa: a más indiferencia y desprecio del Gobierno renovador por el reclamo de este sector, más solidaridad y acompañamiento de la sociedad. Ayer, mientras los concejales de la renovación se negaban a tratar sobre tablas el proyecto presentado por ediles opositores para declarar la Emergencia Educativa en Posadas, el docente Leandro Sánchez era llevado a Emergencias del hospital Escuela Ramón Madariaga, porque se había descompensado después de pasar cuarenta horas sin tomar agua ni comer. Dos horas después, Rubén Ortíz también debió ser trasladado desde la plaza 9 de Julio al mismo nosocomio en la ambulancia de la Red de Traslados. Ambos estaban muy deshidratados, con mucho dolor de cabeza, profundo decaimiento y dificultades para orinar. Vale recordar que la otra docente que el martes a las 18 inició junto a Ortíz y Sánchez la huelga de hambre seca, Mónica Balmaceda, debió suspender el ayuno por indicación médica el miércoles a la tardecita y, después de ser hidratada en el hospital, sigue un tratamiento ambulatorio con antibiótico porque está con principio de pulmonía. Antes que llegara la ambulancia y se llevara a los huelguistas, PRIMERA EDICIÓN compartió con los maestros unas horas en las que muchas personas se acercaron a darles su apoyo y más de uno, con lágrimas en los ojos, les rogó que cambiaran la modalidad de la lucha. “Tomen agua, no los queremos enfermos… ustedes son un ejemplo de dignidad. Es muy triste lo que está pasando pero a ellos no les conmueve nada”, les dijo llorando una señora jubilada.Cada vez son másTal como está sucediendo en las localidades de Wanda, Iguazú, Puerto Rico, Eldorado y San Pedro, la comunidad posadeña empieza a salir para marchar junto a sus docentes. Ayer, una delegación de alumnos de varias escuelas de esta ciudad -entre ellas Comercio 6, Polivalente 1 y Comercio 18- no sólo fueron a la plaza a alentar a sus docentes sino que los acompañaron con bombos y redoblantes hasta el Concejo Deliberante donde durante casi dos horas docentes y alumnos aguardaron (cortando la Bolívar a la altura de Rivadavia) que el legislativo comunal admitiera la relevancia del conflicto docente que ya lleva más de 53 días de paro. “No queremos planes, sino estudiar y tener un título. Dicen que la educación les importa ¿por qué, entonces, desprecian de este modo a los docentes?”, cuestionó uno de los adolescentes frente al deliberativo posadeño. Enojo y decepción volvieron a sentir los educadores al saber que, por mayoría simple, los concejales renovadores no aceptaron tratar sobre tablas el pedido para declarar la Emergencia Educativa. Mientras tanto y desde muy temprano, una columna de docentes cortó la ruta nacional 12 en Santa Ana, a la altura del peaje. A las 13, los maestros levantaron parcialmente la medida de fuerza para evacuar la inmensa cantidad de vehículos retenidos en la zona y retomaron el corte poco antes de las 14.“No queremos ser mártires”Los docentes optaron por la huelga de hambre seca porque consideraron que ya no tenían otra opción para presionar al Gobierno a reabrir el diálogo. “No queremos ser mártires, lo hacemos porque valoramos la vida y no lo opuesto. No pensamos seguir el ayuno hasta morirnos sino hasta que nos permita nuestro organismo. Después de nosotros vendrán otros docentes a reemplazarnos en el ayuno total”, anticipó Leandro Sánchez antes de ser llevado al hospital pero con un visible deterioro físico. Vale decir que, tal como se anticipó, fue reemplazado en la huelga por Ernesto Avellaneda y Yanina Reinoso ocupó el lugar de Ortíz. “Mi hijo, de 19 años, vino a la plaza y ni siquiera pudo hablar de la emoción. Él entiende la lucha, que estamos en esta modalidad tan extrema porque ya no sabemos qué hacer para que el Gobierno nos escuche. ¿Qué más podemos hacer? Cortamos rutas, hacemos paro, marchamos… y sólo nos encontramos con el silencio del Gobierno, creo que la discusión económica ya pasó a segundo plano, queremos una discusión cultural, que la gente se pregunte de qué lado está, si del futuro para sus hijos o del lado de los que se quedan con la plata”, analizó Sánchez junto a su esposa, Liliana, también docente en lucha. Leandro Cardozo es profesor de educación física de Santo Pipó y desde este miércoles a la tardecita comenzó la huelga de hambre seca. Para tranquilidad de su esposa y su hijita que cumplirá dos años este mes, su estado de salud se mantuvo excelente durante las primeras 24 horas de ayuno total. “No quiero estar del otro lado, haciendo oídos sordos cuando mis compañeros están en plena lucha. Yo tengo 38 horas repartidas en seis escuelas de Santo Pipó, Roca y San Ignacio”, explicó.
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