El terror se apoderó del centro de la provincia en la noche del sábado, más exactamente de la zona rural de Colonia Guaraní, donde en apenas dos horas se registraron dos violentos asaltos, uno de los cuales incluso acabó con un colono lesionado con un disparo de arma de fuego en el rostro. La víctima está viva de milagro. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, el hombre de 40 años permanecía internado anoche en el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga con lesiones que le afectaron la mandíbula y el cuello, pero que afortunadamente no le provocaron lesiones en órganos vitales.Mientras tanto, el otro hombre de 43 años sorprendido por los delincuentes, y que fue tomado como rehén por algunos minutos junto a su familia, fue golpeado por los irascibles y sufrió hematomas en el rostro, pero se encontraba fuera de peligro, al menos en un principio.Dos horas de diferenciaTodo comenzó alrededor de las 20.30 del sábado en una chacra del Lote 135 de Colonia Guaraní, donde un colono de 43 años, su mujer, y el hijo de la pareja, de 6 años, se preparaban para descansar.En ese momento irrumpieron en escena tres encapuchados con armas de fuego, quienes redujeron al dueño de casa e incluso lo golpearon en el rostro, provocándole hematomas y demás lesiones que no serían de gravedad.Los ladrones maniataron a la familia y la encerraron en una habitación. Se alzaron con un suculento botín de 30 mil pesos y escaparon a bordo de la camioneta Ford Ranger de la familia.Una vez que las víctimas se liberaron y lograron denunciar el caso, efectivos de la comisaría de Guaraní y de la UR-II iniciaron una investigación por la zona, sin imaginar que horas más tarde recibirán otra alerta, a pocos kilómetros de ese primer escenario.Es que un hecho de similares características se registró a las 22.30 en una vivienda del Lote 57, Sección B, en Picada Yapeyú, unos 5 kilómetros al sur de Guaraní y a 10 de donde se produjo el primer hecho.En ese lugar, un colono de 40 años denunció que se encontraba en su chacra cuando arribaron al lugar delincuentes desconocidos con firmes intenciones de robo. Al parecer, el dueño de casa forcejeó con uno de los malandras, que entonces abrió fuego al menos dos veces.La víctima sufrió dos heridas de arma de fuego, una de las cuales ingresó por el rostro pero afortunadamente continuó su trayectoria de manera descendente y no le afectó órganos vitales. Los ladrones abandonaron el lugar tras el ataque. La víctima fue asistida por sus familiares y derivada al hospital Samic de Oberá, donde recibió las primeras curaciones. Más tarde fue derivado al Madariaga de Posadas, donde permanecía internado.Los efectivos de la fuerza provincial llevaban adelante en las últimas horas un intenso operativo en busca de los autores del hecho. Si bien no trascendieron mayores detalles, los detectives creen que se trataría de la misma banda. Lo que aún no pueden explicar es el grado de violencia con el que actuaron, más que nada en el segundo caso.Lesiones en el maxilar y en la zona del cuelloFuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN informaron ayer que el colono baleado se encontraba milagrosamente fuera de peligro, en virtud de que el proyectil que ingresó por su rostro transitó en forma descendente.Es por eso que sufrió lesiones en la zona maxilofacial y en el cuello, razón por la que primeramente fue asistido por los profesionales del Samic obereño y, después, derivado a Posadas, más que nada para estudios de mayor complejidad y para la extracción del proyectil.Con respecto al segundo impacto de bala que recibió, le afectó una mano y tampoco le provocó lesiones de gravedad. Sin dudas, la víctima contó con suerte. Las fuentes informaron que algunos centímetros más podrían haber significado la diferencia entre la vida y la muerte.
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