La falta de información acerca de los recursos económicos del municipio y su evidente crecimiento patrimonial, sumado al cambio de estilo de vida, genera sospechas y lleva a toda la sociedad y los sectores de la oposición a poner la mirada sobre los manejos y la administración del intendente Marcelo Sánchez, conocido como “el Gran Cuñado” por su vínculo con el gobernador Maurice Closs.Por estas razones, candidatos a intendente y concejal que pretenden suceder al alcalde coinciden en presentar como eje de gobierno una urgente auditoría completa a la gestión actual para investigar así el destino de los dineros públicos.Desde la oposición, Juan Miguel Montejano y Raúl Ríos hicieron públicos diez ejes para un plan de gobierno municipal donde el primer punto es el control de gestión y transparencia y plantean el “acceso irrestricto y sin burocracia a cualquier ciudadano a la información. Además de una auditoria de los últimos 10 años de la administración municipal con publicidad de sus conclusiones en un plazo de 6 meses”.“Sanchez (el intendente) había prometido en campaña que iba a haber transparencia y mintió porque no cumplió. Queremos hacer una auditoria con profesionales que no sean de Iguazú para no comprometerlos, para saber qué obra se hizo, cómo se pagó y dónde fue el dinero”, comentó Montejano y denunció que “la ciudad está regada de boletas dibujadas para poder hacer campaña”.Del destino del presupuesto municipal, de casi 200 millones de pesos, no se conoce nada, ya que Sánchez, nunca respondió los pedidos de informes y la mayoría automática del Concejo Deliberante le aprobó todos los balances anuales sin ningún tipo de explicación ni cuestionamiento. A esto se suma la emergencia económica que fue declarada apenas asumió Sánchez, que le otorga facultades para disponer de los fondos públicos según su parecer, sin tener que pedir autorización al Concejo Deliberante (como lo obliga la Carta Orgánica) y además le da la libertad para elegir qué deudas pagar y cuáles no.En ese sentido, Ríos señaló que “tenemos que devolverle al Concejo Deliberante la democracia que se perdió, que no funcione más como una escribanía para el intendente”.Las grandes obras públicas de la localidad: asfalto, polideportivo, planta potabilizadora de agua, saneamiento del arroyo Tacuara y el Hito de las Tres Fronteras se realizaron con fondos del gobierno nacional y provincial. De ahí surgen los cuestionamientos de cómo se utiliza el presupuesto municipal. Prácticamente todas las obras municipales como empedrado y arreglos, fueron direccionados por contratación directa (sin licitación) a una empresa constructora local que estaría vinculada al intendente, que viene siendo muy cuestionada por la mala calidad de sus trabajos y terminaciones.Por su parte, Héctor Lugo, secretario general de los trabajadores gastronómicos, indicó a este Diario que “todo lo que se hizo en Iguazú fue con plata del gobierno nacional y provincial. ¿Y qué se hizo con la plata del pueblo?”, se preguntó el dirigente opositor. Además, Lugo criticó que el intendente no se ocupe de la gente ya que “constantemente está viajando y en los momentos que se encuentra en el municipio no recibe a nadie”.“La gente viene al gremio a buscar soluciones de vivienda y de su vida cotidiana y nosotros no somos gobierno. Me dicen ‘Vamos a la municipalidad y no nos dan artículo’”, comentó el referente gremial.Siete despedidos, 300 contratadosSiete empleados contratados fueron cesanteados el martes 1 de septiembre del plantel del municipio. Sin previo aviso los trabajadores dejaron de prestar servicios luego de ser contratados y nunca pasar a planta permanente. “Nos hacían cumplir con las demandas de la campaña del intendente bajo amenazas de quedar cesantes” contó Guillermo De la Rosa, uno de los empleados que se enteró que ya no tiene trabajo. “Lo que más me duele es que cuando intimidaban con el tema de acompañar la gestión estuvimos todos al pie del cañón”, agregó. Se calcula que son casi 300 los contratados.
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