A poco más de un año del inicio de la investigación que llegó incluso a los medios nacionales, la pareja posadeña acusada de liderar una organización que se dedicaba a transportar droga por vía aérea hacia el centro del país deberá responder por los hechos en un juicio oral y público.Se trata de María “Muñeca” Fernández (44) y Miguel Romero (50), ambos oriundos de Posadas. La causa que lleva sus nombres y el de otros siete imputados fue elevada a juicio en las últimas horas por el Juzgado Federal de la capital provincial, según pudo con-firmar PRIMERA EDICIÓN en ba-se a fuentes de la investigación.Los dos misioneros están imputados por el delito de “contrabando agravado de estupefacientes” en calidad de organizadores, al igual que Pablo Albornoz (45), oriundo de Córdoba, quien al decir de las pesquisas era el encargado de recibir el estupefaciente en aquella provincia e iniciar la cadena de distribución.El órgano encargado de establecer si los acusados son o no responsables será el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, que en los próximos meses podría fijar fecha al debate. En el mismo, junto a los tres antes mencionados también se sentarán en el banquillo los dos presuntos pilotos bolivianos de la avioneta y otros cuatro sospechosos, quienes habrían estado a cargo de bajar la droga de la aeronave y cargarla en vehículos terrestres para su distribución.De la investigación surge que la pareja posadeña aparentemente se encargaba de organizar el flete desde Paraguay hacia Córdoba. Siempre según el expediente, en el que constan escuchas telefónicas, los misioneros coordinaban la “contratación” del aeroplano con un sujeto paraguayo que actualmente permanece prófugo y tiene pedido de captura internacional.“La mujer dirigía telefónicamente toda la operación”, dijo en su momento a los medios el propio Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación. El funcionario indicó además en su momento que el próximo paso de la banda era ingresar cocaína desde Bolivia a la Argentina.Berni estuvo presente en el campo ubicado en Toledo, 40 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba, aquel martes 19 de agosto de 2014 en que el trabajo investigativo de la Policía Federal rindió sus frutos.Los uniformados habían iniciado una sigilosa investigación desde hace varios meses que permitió diseñar el organigrama de la denominada “banda de Muñeca” y establecer que ese día llegaría a Córdoba una avioneta repleta de droga.No se equivocaron. Durante los últimos rayos de sol, el Cessna 337 Skymaster con matrícula paraguaya ZP-THJ aterrizó a la vera de la ruta nacional 9. Enseguida fue rodeado por miembros de la fuerza. Todo había terminado.En la aeronave piloteada por los dos bolivianos viajaban alrededor de 420 ladrillos de marihuana, valuados en un total cercano a los tres millones de pesos. La modalidad había sido adoptada por la banda para evitar los constantes controles ruteros que dificultaban el transporte del estupefaciente desde la frontera hacia las provincias centrales.Así las cosas, luego de casi un año de paciente investigación, desde la Fiscalía Federal de Posadas a cargo de los letrados Juan Andrés Stuber y Rubén Ángel González Glaría se dio lugar a la elevación a juicio de la causa.No es un delito menor: la imputación completa es de “contrabando cuádruplemente agravado de estupefacientes”, que se califica justamente por tratarse de drogas, por el uso del medio aéreo, por la utilización de pistas clandestinas y por el número de personas que intervinieron en el hecho.
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