La renuncia a su postulación como primer candidato a diputado en la lista de la alianza Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, presentada el miércoles, dejó al periodista deportivo Fernando Niembro definitivamente fuera de juego, imputado por presunto lavado de dinero por el juez Casanello y decididamente incapaz de dar una respuesta razonable al escándalo de los contratos millonarios con el gobierno de Mauricio Macri; por lo cual también está imputado. El macrismo intentó hacer de la necesidad virtud y luego de haber mantenido una defensa muda del periodista y exfuncionario menemista, su principal referente y candidato presidencial recuperó la voz para elogiar el gesto de renuncia anticipada de Niembro a sus eventuales fueros. Diferenciando dicha actitud de, por ejemplo, el empecinamiento del vicepresidente Amado Boudou en mantenerse en el cargo pese a su procesamiento en la causa Ciccone, y a la clara desvalorización pública de su figura; Macri intentó tardíamente salir del foco del escándalo por la vía del contraataque: “No somos como ellos, nosotros nos sometemos a la Justicia”, recitó.Por un momento, el affaire Niembro -al que siguió una medida del Gobierno porteño intentando clausurar un canal cercano al kirchnerismo- amenazó con convertirse en una caja de pandora y salieron a relucir, en versiones periodísticas, otros supuestos casos de corrupción institucional, entre ellos una abultada pauta publicitaria a un canal posadeño. El hecho político de mayor impacto en la semana, que desplazó a los escándalos por supuestas irregularidades en la administración macrista, fue el polémico fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de Tucumán, que hizo lugar a una denuncia del candidato derrotado en los recientes comicios provinciales, el opositor José Cano, y anuló los comicios. Como ocurrió con la denuncia del fiscal Nisman contra la presidenta, Cristina Kirchner, el fuerte impacto mediático inicial de la resolución no parece tener un sustento claro en los argumentos en los que se basó; dejando la impresión de que los dos magistrados que firmaron el fallo se dejaron llevar por la presión de la estrategia opositora. Los cuestionamientos de la oposición al triunfo del oficialista José Manzur, por más de 110 mil votos, según el escrutinio definitivo que aprobaron todos los partidos participantes, se instalaron en las últimas semanas, tras los comicios del 23 de agosto, como leit motiv de las fuerzas opositoras; que visiblemente buscan sembrar dudas , más allá de la justeza de las críticas a los mecanismos de clientelismo político, sobre las elecciones en los distritos que sustentaron la victoria de Daniel Scioli en las Paso.Los comicios que se llevarán a cabo hoy en la provincia de Chaco estarán, en este contexto, bajo la lupa opositora. El Gobierno chaqueño, no obstante, garantiza que en la jornada habrá seguridad, a cargo de 3 mil policías y 1.200 gendarmes, y que se contará con 34 observadores argentinos y extranjeros de la ONU y la OEA.La Justicia en acciónCristina, que partió el viernes a Cuba donde se encontrará nuevamente con el papa Francisco; se despidió, en cadena nacional- con críticas al fallo judicial: “Volvemos a épocas predemocráticas. Ahora ya ni siquiera son presidentes los que anulan las elecciones, basta con dos jueces para que en una provincia se intente desconocer la voluntad popular”, remarcó.En este marco, tras la apelación del FpV, se espera una definición de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán; en tanto se habla de una eventual intervención a la provincia, descartada el viernes por el candidato oficialista Daniel Scioli, pero que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no desechó como “último remedio”. Previamente, en la semana, la renuncia del juez Fayt a su puesto en la Corte, fechada para un día después de que asuman las nuevas autoridades, dejó en claro -aunque sea desde lo simbólico- que las tensiones generadas entre el gobierno kirchnerista y un sector de la Justicia están a la orden del día en este tramo definitorio de las elecciones.Fayt salió bien parado de la confrontación con el Gobierno, en la que este cometió más de un exceso tratando de presionarlo para que renuncie a la Corte; aunque la situación subyacente al conflicto muestra efectos preocupantes en lo institucional, como el número reducido de la Corte, una vez que se aleje su más veterano integrante. Sintonía gruesa El escenario pre electoral, por otra parte, sigue sin registrar un debate responsable sobre los temas de fondo, entre los que cabe consignar, en la semana, el envío al Congreso del Presupuesto 2016 y la Resolución de las Naciones Unidas sobre la reestructuración de deudas soberanas, que el Gobierno quiere convertir en ley. Esta resolución, importa por su relación con el litigio con los fondos buitres, un tema insoslayable en el análisis del escenario que cabe vislumbrar en torno del futuro Gobierno.El ajuste en el Estado y la variación del tipo de cambio, en medio de presiones devaluatorias y una percepción de que el cepo cambiario se está sobreviviendo a sí mismo, son dos datos que definen la escena de aquí al 25 de octubre. Presupuesto -según destacó un medio nacional- deja ver una puerta abierta al próximo Gobierno para que resuelva sin mayores preámbulos el recorte de subsidios que el gobierno kirchenrista -con la estrategia de sintonía fina- no pudo lograr, ya que la cifra destinada a subsidios al transporte, la energía y otros sectores, sería 1,74% menor a la de este año y equivaldría al recorte nominal que tendría que hacer el futuro Gobierno. Por su lado, Daniel Scioli, el candidato con mayores chances de llegar a Balcarce 50, insiste en que “no se necesita una política de shock” y promete “mantener el valor de los salarios”. ¿Será así?Entre cierres y millonesLa lista de la renovación se cerró en la provincia, marcada por la idea “de reinventar y refrescar la dirigencia, con caras nuevas, e ideas jóvenes, que plasman propuestas diferentes a las del resto de los partidos” según destacó el conductor del oficialismo Carlos Rovira.El comentario del cierre mencionado, fue ver como en los últimos días circuló generosamente por toda la provincia el “maletín amarillo” desde un sector de la oposición, situación que trasladó a muchos a recordar que fue Ramón Puerta el “iniciador” de la práctica de cooptación de dirigentes y ahora la prosiguen algunos de sus alumnos políticos.En ese marco las miradas apuntaron a Damiani y Pastori, que no movieron un dedo para sancionar a Pegoraro por su “salto” al PRO, dejando una fuerte sensación a “arreglo de cúpula” teniendo en cuenta que pocos meses antes echaron a dos diputados del partido radical sólo por no votar al presidente de bloque que Pastori y Damiani impulsaron.Por el lado del peronismo anti K avanza una fuerte denuncia contra la autoridad electoral provinc
ial, en la figura de Rubén Uset, al que acusan de responder a Puerta por dejarlo como único candidato del massismo. La denuncia es impulsada por un grupo importante de peronistas que incluye a Fernando Urizar, Benigno Gómez, Héctor “Pelado” Acosta y Ramón Velázquez, quienes habían iniciado el trabajo con Massa y que se sintieron “perjudicados” con una resolución de la autoridad electoral, que benefició al cuestionado exgobernador. En este contexto recordaron que fue Puerta el que trajo a Uset a Misiones y creen que los vínculos se sostienen por lo bajo.Finalmente en el ámbito mediático pegó fuerte el caso Niembro que demostró que el PRO no es lo que dice ser y la “purga” del candidato más que limpiar el tema, terminó de confirmar las sospechas. Esos mismos manejos llegaron hasta Misiones donde una impactante denuncia reveló un supuesto envío de 700 millones para medios televisivos de Posadas, aunque ahora los propietarios se acusan y aseguran, cada uno de ellos, que fue el otro quien cobró.
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