POSADAS. El 60% de los estudiantes de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) es sedentario, es decir, no realiza ejercicios físicos ni siquiera una vez por semana. El dato surgió de una investigación desarrollada por el magíster Carlos Boede, director de Educación Física de esta casa de estudios. De los 2.140 estudiantes encuestados, sólo el 27% se ejercita tres veces por semana mientras que un 13% sólo lo hace una vez en siete días.Los datos fueron obtenidos por medio de encuestas y medición del índice de masa corporal a estudiantes de Oberá, Posadas y Eldorado que concurren al comedor universitario. El dato preocupante es, según Boede, que “en un estudio realizado en el año 2000 -su tesis de licenciatura- los sedentarios registraban el 58% y ahora la cifra creció dos puntos”. Al respecto subrayó: “La mayoría de los estudiantes que participó de las distintas encuestas asiste a primero, segundo y tercer año de las carreras. (En la universidad) recibimos jóvenes que en el secundario tienen muy poca asistencia a las actividades físicas y deportivas”. Propuestas en la facultadEn la medida en que esta población universitaria no modifique sus hábitos sumándole a su rutina diaria entre 30 y 45 minutos de actividad física, seguirá estando expuesta a enfermedades cardiovasculares, metabólicas, diabetes, hipertensión, dislipidemias, artrosis, depresión.Como vía para contrarrestar estos valores, Boede destacó que “desde la universidad se está desarrollando una campaña de concientización, en relación al tipo de alimentación y la relación entre actividad física-deportiva, y la prevención de obesidad y sobrepeso”. Es por ello que en las distintas regionales de la UNaM ofrecen un creciente abanico de actividades deportivas accesibles que van desde básquet, vóley y fútbol, hasta pilates, aeróbica y yoga. ¿Comer o nutrirse?Si bien en los comedores universitarios -todos aquellos estudiantes que asisten- reciben una alimentación equilibrada, que combina carbohidratos, proteínas (de legumbres y carnes), fibra (de verduras y frutas), Boede señaló que “como acceden a esta comida solo una vez al día, un 60% de los encuestados consignó que por la noche y también los fines de semana, cuando no hay servicio de comedor, come comida chatarra”. Salchichas, hamburguesas, puré de papas instantáneo, sandwiches de picadillo o fiambres de alto valor lipídico -queso de cerdo, mortadela, etcétera- con muchos aderezos, frituras, etcétera, figuran entre los menúes “estudiantiles” de preparación propia más comunes. A ellos se suman los comprados: pizza, empanadas, panchos con salsa “al paso” o hamburguesas “de carrito”. Los desayunos o meriendas en la biblioteca, pasillos o veredas en alrededores de la facultad se basan en mate, tereré o gaseosa y grandes cantidades de chizitos, palitos salados, papas fritas u otro snack de precio accesible, chipa, bizcochitos de grasa o galletitas dulces, ricas en grasas trans. “Además de sobrepeso y obesidad, una mala alimentación puede llevar a carencias de sustancias nutritivas y generar enfermedades como anemia, hipertensión, dislipidemias (alteraciones de valores normales de lípidos en sangre)”, señaló a PRIMERA EDICIÓN la nutricionista Angélica Emategui. “Si es una deficiencia leve -reciente- seguramente se sufrirá de una baja en la resistencia física en la capacidad mental, trastornos de carácter, calambres, adormecimiento y dolores de cabeza, entre otras dolencias”, agregó.Algunos “tips” para mejorar la alimentación“Falta de tiempo es la primera excusa que nos hace a todos llegar a una mala alimentación”, destacó Emategui. Cuando no hay tiempo ni ideas sobre qué cocinar, el remedio infalible es la organización.“Con un poco de ingenio, todos podemos poner en práctica estrategias muy diversas para cocinar rápido y saludable y es importante compartir estas recetas con los familiares y conocidos, como para que cada vez más personas mejoren su alimentación”, agregó. A modo de ideas, sugirió: organizar un menú semanal para la casa, incluyendo almuerzos y cenas. En base a este menú organizar la compra, llevando la lista al supermercado, almacén, verdulería, carnicería. “Siempre tiene que haber comida en casa, porque si la heladera queda vacía, podemos tentarnos en llamar y pedir comida… sobre todo cuando se pegan los teléfonos de los envíos a domicilio en la puerta de la heladera”, agregó, resaltando que hay que sacarlos de allí. Emategui también recomendó como opción “cocinar una vez a la semana para toda la semana, fraccionar en porciones, etiquetar con fecha y congelar”. Un remedioA nivel global la inactividad física es responsable de 3,2 millones de muertes por año, es decir que el sedentarismo causa el 5,5% de las muertes totales por año en el mundo. Afecta mayoritariamente a las mujeres y adultos mayores.La actividad física regular reduce la incidencia de enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión, obesidad, depresión y osteoporosis, como así también la incidencia de algunos cánceres, como colon y mama. A su vez, mejora la evolución de diversas enfermedades, como la enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, diabetes y depresión.En relación a la frecuencia de realización de estas actividades, el especialista local en nutrición, gastroenterología y medicina del deporte Horacio Melo señaló que “antes una persona debía realizar actividad física tres veces por semana, ahora eso cambió: hay que hacerlo cinco días a la semana, por lo menos 45 minutos en una caminata”. Cabe destacar que estos 45 minutos pueden separarse en bloques de quince minutos haciendo, por ejemplo, dos caminatas de quince minutos y una serie de abdominales, otros quince minutos.
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