POSADAS. Con el impacto negativo que está generando el denominado “corralito verde” en algunos sectores de la economía nacional, los productores madereros ya están especulando por no avanzar con sus inversiones por la incertidumbre que les genera la situación del dólar en Argentina.Lejos de pensar en nuevas inversiones, tratan de ponerle paño frío a la situación y subsistir gracias a la demanda que tienen en el mercado interno, que también ya habría registrado un crecimiento descendente durante el último mes, especialmente en la construcción.Gabriel Marangoni, presidente de la Asociación de Madereros y Afines del Alto Paraná (Amayadap) sostuvo: “Estamos completamente fuera de competencia, por un lado el sector privado, que no puede exportar porque el dólar es muy barato y, por otro, el problema fiscal del Gobierno de que la Nación ya les está enviando menos partida de coparticipación”.“Para nosotros el tema es complicado. Ya venía desde el año pasado y más que Estados Unidos no terminó de completar su ciclo de reajuste y acomodar su mercado interno, por lo que no está comprando gran cantidad de madera”, explicó Marangoni.Cristian Lamiaux, gerente de la Asociación de Productores Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Noreste de Corrientes (Apicofom), señaló que “el dólar está anclado y está creciendo mucho menos de lo que crece la inflación. Eso también hace que los precios nuestros puestos en balanza sean mejores a la hora de pensar en exportar”.“Igualmente creo que algunos no están teniendo problemas en comprar divisas para pagar insumos, pero hay que ver a qué grado de presión llega este corralito”, analizó tras la consulta de PRIMERA EDICIÓN.El referente de Apicofom afirmó: “La realidad es que hoy todo el sector, hasta las empresas más grandes están vendiendo en el mercado interno. Pero está teniendo un avance de ajuste mucho menor que el de la inflación. Para nosotros hoy no existen márgenes de ganancias con la venta de productos al exterior, a pesar de que los márgenes internos también han caído mucho porque ya persiste una pequeña tendencia de disminución del consumo, especialmente una disminución en los pedidos para la construcción, por lo que se observa claramente una dureza en el mercado”.Sin capacidad de ahorroPor su parte, Cristian Grygorzyn, propietario de la empresa “Puerta de Misiones”, afirmó que, “si bien podemos comprar los dólares, no lo hacemos porque hoy no hay capacidad de ahorro. Hoy sólo estamos subsistiendo, apalancándonos, trabajando con el mercado interno”.“En nuestro caso, por ejemplo, es más complejo cuando tenemos una especie de convenio o contrato por materia prima y se está ligado al pago en dólares, sí se complica. Porque conseguirlo no es muy fácil y el mercado paralelo tiene una diferencia abismal”, sintetizó el empresario del sector.
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