POSADAS. El Cep 20 que desde su creación -en 2008- funciona “de prestado” en las Escuelas 645 y 266, es sin duda un ejemplo de perseverancia. Porque realmente, docentes y estudiantes -son 600- deben tener mucho esmero para afrontar las peripecias que implica funcionar en dos sedes y tres turnos -mañana, tarde y noche. Actualmente los inconvenientes van desde hacinamiento, falta de mobiliario hasta dificultades de convivencia que se suceden día a día con las comunidades educativas de las escuelas “anfitrionas”. Es por ello que hace cuatro años los directivos realizaron cientos de trámites, reuniones y pedidos formales de construcción de un edificio digno en el que puedan funcionar de manera más adecuada.Tras varios meses sin obtener respuestas concretas por parte del Concejo General de Educación (CGE), y al tomar conocimiento de que el terreno ubicado en Urquiza y Zapiola corre peligro de ser usurpado por un vecino que quiere construir una bailanta, ayer salieron a manifestarse a la vereda de la 645 -en Urquiza y San Martín- para exigir mayor celeridad en el inicio de la construcción del edificio.“Noticias esperanzadoras”Durante el acto que realizaron en la vereda de la escuela, la directora Gladis Toledo, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “hoy -por ayer- tuvimos un avance, una reunión esperanzadora con la diputada Lucy Griceñuk y con el arquitecto Ortiz, del Ministerio de Educación, quienes nos dijeron que el trámite de inicio de la obra está en el Iprodha (por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional). Todavía no nos dan plazo de inicio de la construcción”.La sede de la 645“Acá funcionan dos primeros años, con un total de cien alumnos, dos segundos años que en total son 80 chicos, un tercero con 55 y un cuarto y un quinto -en total cerca de veinte estudiantes-, y tenemos sólo tres aulas para los cursos más numerosos, porque los cursos superiores comparten el pasillo, separados por una mampara construida por los propios estudiantes”, señaló a este matutino Rosalía Neris, vicedirectora de la institución. Su oficina funciona separada por otra mampara, en otro tramo del pasillo, “con lo cual es imposible tener alguna reunión privada con los padres cuando necesitamos conversar sobre cuestiones serias”, agregó.Neris destacó además que “el mobiliario es insuficiente, y este año muchos chicos, que son del barrio dejaron la escuela porque no había sillas”. Al respecto, dos madres presentes en la manifestación señalaron que “el problema más grande es con el baño -comparten con otros cientos de estudiantes de la primaria-, es un desastre, y nuestros hijos se van a casa en los recreos a ocupar el baño, porque en la escuela no se puede ir”. Asimismo, señalaron que “a veces comparten sillas de a dos estudiantes, porque faltan bancos y se quedan todos doloridos de la espalda”.
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