POSADAS. No hubo gestos de sorpresa en el semblante de los acusados. Escucharon el fallo del Tribunal Penal 2, que los condenó a prisión perpetua, con la misma frialdad con la que asesinaron al abogado Roberto Manuel Del Balzo (43), tal como quedó probado a lo largo del juicio. El ex policía Cristian Kondratiuk (23) y el estudiante de abogacía Jorge Da Rosa (24) fueron hallados culpables de ser co-autores del crimen, por lo que deberán cumplir una pena no menor de 35 años, lapso de tiempo establecido por la ley para solicitar libertad condicional u otro tipo de beneficios. No obstante, para la Justicia es una condena de tiempo indeterminado (denominado Sine Die, sin fecha, sin plazo) que puede prolongarse hasta por cincuenta años o más, indicaron fuentes oficiales. En la última jornada del debate se concretaron los alegatos. Tras brindar sus argumentos la fiscalía, a cargo de Liliana Mabel Picazo, solicitó prisión perpetua para ambos imputados, dejando en claro que Kondratiuk fue “partícipe necesario”, por ser quien aportó el arma de fuego para el homicidio del letrado (puntualmente la pistola reglamentaria de la Policía de Misiones, calibre 9 mm.) y para el intento de asesinato de Maia Sarjanovich (quien era novia de la víctima), como así también de la oficial Berta Acuña, a quien le efectuó disparos durante la huida. En tanto que a Da Rosa también le adjudicó la muerte “con alevosía” de Del Balzo (quien fue ejecutado de un tiro en la cabeza en estado de indefensión), en conjunto con el ex policía, quien habría sido quien le disparó primero y lo dejó malherido (al menos tres balazos en distintas partes del cuerpo), según precisó la fiscal. “Armaron una novela de terror”La representante del Ministerio Público Fiscal mantuvo como ejes de su acusación dos aspectos que salieron a la luz durante el juicio. El primero y quizás el más llamativo fue las groseras contradicciones en las que incurrieron ambos imputados durante sus declaraciones. Vale recordar que se acusaron entre sí y uno de ellos, Da Rosa, llegó a afirmar que tanto la víctima fatal como su pareja estaban armados con revólveres. Nunca se probó que el único arma de fuego que estaba en la casa del malogrado abogado -un revólver envuelto en una franela- fue utilizada en el hecho. No se halló evidencia o indicio alguno en la escena que probaran que la pareja estuvo armada o que le disparó a los imputados.El otro punto en el que la fiscalía basó sus argumentos para solicitar la pena máxima es lo sucedido después del crimen. La búsqueda de impunidad. Esa fatídica siesta del 31 de octubre de 2009, luego de disparar mortalmente a Del Balzo, el ex agente Kondratiuk y Da Rosa robaron el automóvil de la novia del abogado para darse a la fuga. Sin embargo, antes de la alocada y fallida huida (ambos fueron capturados en Ñu Porá tras una persecución) Da Rosa intentó asesinar a Maia Sarjanovich y fue la misma joven quien lo identificó durante el juicio y hasta llegó a manifestarle “usted me quiso matar”. Luego y mientras abordaban el vehículo Kondratiuk abrió fuego contra la oficial Berta Acuña, quien repelió la agresión tras identificarse como miembro de la Policía. Estas dos actitudes temerarias, la de intentar asesinar a Sarjanovich y a la mujer policía, fueron traducidas por la fiscal Liliana Picazo como una simple búsqueda de impunidad o criminis causa (cometer un delito para cubrir otro). “Armaron una novela de terror para intentar desvirtuar el homicidio, además desplegaron una conducta conjunta para lograr la impunidad”, refirió la funcionaria judicial. Las teorías defensivasCapítulo aparte merecen los alegatos de los defensores, quienes en ambos casos solicitaron la absolución para sus clientes. Primero fue el turno de Miguel Romero (abogado de Da Rosa), quien intentó convencer al Tribunal que tanto Del Balzo como su novia estaban armados al momento del hecho y que atentaron contra la vida del joven estudiante y de su compañero de causa. Luego hizo hincapié en el privilegio que gozó Sarjanovich al no ser sometida a la prueba de parafina, examen que los peritos le realizaron a los imputados y a la víctima. El letrado apuntó a una “familia judicial que trató a la joven como testigo privilegiada”. Posteriormente, Miguel Angel Varela, abogado de Kondratiuk, exhibió material fotográfico para intentar probar que el disparo que supuestamente fue el último que recibió Del Balzo en el piso fue el que impactó en la mejilla -atravesando de lado a lado esa parte del rostro- y no el tiro que destrozó su cráneo. Además, argumentó que su cliente no sabía que Da Rosa y la víctima fatal se iban a “calentar” durante una discusión. “Se hizo Justicia”Ofelia, la hermana del abogado Roberto Del Balzo, señaló tras escuchar el fallo condenatorio que “se hizo justicia y los asesinos ahora van a estar un largo tiempo en la cárcel”. La mujer recordó que por el atroz hecho quedó huérfano un menor de nueve años, quien era el hijo del letrado. Roberto Del Balzo fue asesinado el 31 de octubre de 2009, minutos antes de las 16, en el patio delantero de su vivienda, situada en la calle Brasil casi avenida Corrientes de Posadas. Primero recibió tres impactos de bala que lo dejaron indefenso en el suelo. Luego fue ejecutado de un tiro a quemarropa en la cabeza. Los ahora considerados autores del crimen por la Justicia, Cristian Kondratiuk y Jorge Da Rosa, fueron a pedirle al letrado que les haga un trámite y a reclamarle una deuda (que ascendería a los 35 mil pesos). Da Rosa era “datero” de Del Balzo, es decir, le proporcionaba información de hechos -en su mayoría accidentes de tránsito- y luego cobraba “comisiones” por los honorarios que eventualmente podría obtener el abogado. Ante la negativa de Del Balzo a entregar dinero, lo balearon. Momentos antes de escapar, Da Rosa intentó ultimar a la pareja del dueño de casa, sin éxito. La joven incluso llegó a observar cuando el individuo -cuando huía- disparó a modo de ejecución hacia donde estaba tendido y malherido el abogado. Kondratiuk tomó el arma y se tiroteó con la oficial Berta Acuña (recientemente fallecida de una penosa enfermedad), quien residía frente al inmueble del letrado.Los dos acusados tomaron las llaves del auto de Sarjanovich y a toda velocidad huyeron de la escena, siendo capturados en el barrio de Ñu Porá a los pocos minutos. Mientras escapaban, intentaron interferir la frecuencia de la radio p
olicial con una radio portatil que tenía en su poder el ex agente Kondratiuk (que estaba de franco. Los testimonios de tres vecinos de la víctima también fueron claves en la causa.
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