POSADAS. En la esquina de la avenida Urquiza y calle Iguazú, a escasos metros del ingreso a la nueva bahía El Brete, en pleno centro capitalino el paisaje es descabellado: un vertedero de escombros, ramas, gajos y kilos y kilos de basura se arrojan a diario desde hace casi un año. Ahora, hartos de convivir con los malos olores, las alimañas, la contaminación visual y la inseguridad, los vecinos reclaman desesperados que lo remuevan. Es que además de la molestia que genera en todo sentido, el basural se transformó en una especie de “aguantadero” de un pequeño grupo de recicladores quienes levantaron una casilla improvisada donde viven y se ocupan de seleccionar la chatarra que pueden recuperar.“El lugar no sólo se transformó en basural hace algo más de un año, sino que ahora ya vive gente a la que solemos ver inhalando sustancias. Tenemos mucho miedo y varias veces hicimos notas a las autoridades para que relocalicen este vertedero a cielo abierto, pero no hemos recibido ninguna respuesta. La verdad no sabemos qué hacer”, contó desesperada una vecina a quien le tocó en desgracia vivir justo enfrente de donde crece el basural. La mujer contó que “antes que el problema se agrande hubo varios reclamos para pedir que trasladen los contenedores a otras esquinas, pero ganó la desidia y ahora el lugar es aunque parezca increíblemente un vertedero céntrico. “Esta esquina prácticamente se convirtió en un lugar de acopio porque los camiones municipales vienen a depositar basura que después vienen otros contenedores y se lo llevan para otro lado. O sea que abiertamente se convirtió en un centro de transferencia de basura pero a cielo abierto, cuando si se quisiera hacer se deberían como mínimo disponer de instalaciones adecuadas”, reclamaron en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Lo cierto es que la desazón ya es total porque, por si fuera poco, el lugar está “habitado” por un grupo de sin techo quienes “se pasan toda la noche reciclando la basura que la misma gente arroja”, porque hay mucha falta de respeto y de responsabilidad empresarial ya que algunos comercios vienen a tirar sus desechos, principalmente las verdulerías y algunas casas de refrigeración quienes van hasta el lugar para arrojar viejos equipos de aire acondicionado. Lo “escalofriante” según contaron es que se puede ver al grupo de extraños inhalando o consumiendo sustancias…Terreno privadoPor lo que especulan los lugareños el terreno que se usa como vertedero, es privado y pertenecería a la familia Pratt, pero ahora se “usufructúa” como depósito de desechos.Recordaron que uno de los pasos más firmes para pedir que no se use más como depósito fue a través de una abogada, pero sin resultados. En cualquier caso lo que tienen en claro es que los grandes contenedores que están ubicados en proximidad del predio son de suma importancia, ya que de lo contrario, “todo iría a la calle”. “El olor es insoportable. Capaz si fueran sólo escombros y ramas no estaríamos tan preocupados, pero este paisaje es horrible, pagamos un montón de impuesto, pero no para que nos hagan esto, porque a dónde van a parar así los valores de nuestras propiedades”, se preguntaron.
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