POSADAS. La madrugada del miércoles 1 de este mes Enrique Bernardino Ayala estaba en el lugar y en las circunstancias equivocadas. Y como una broma macabra del destino, perdió la vida de tres puñaladas, dos de las cuales dieron en el corazón.Prácticamente no hay dudas de que se trató de una salidera. Los ladrones lo vieron ingresar al cajero automático de Aguado y Tacuarí y presumieron que había extraído dinero.Esa lectura errada le costó la vida al pensionado de 51 años. Porque no había un peso en el cajero. Cuando requisaron sus bolsillos sólo tenía el carné de discapacitado para viajar gratis en colectivo.Los delincuentes se llevaron un paquete de cigarrillos de diez unidades, marca “Eigth” y un encendedor.El día siguiente al crimen, la Justicia ordenó la detención de un joven de veinte años, con antecedentes policiales, conocido en el ambiente con el alias de “Johny”, hermano de un oficial de Policía.El miércoles, al filo del mediodía, el sospechoso fue trasladado al Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, donde lo aguardaba el juez Fernando Luis Verón para tomarle declaración indagatoria.En ella, Johny habría reconocido que participó en la salidera pero señaló a un adolescente de 17 años, amigo suyo, como autor del crimen.El muchacho habría agregado que él no sabía que su compañero de andanzas estuviera armado o que llevara un cuchillo.En la versión que dio en sede judicial habría asegurado que el adolescente se llama Iván y que ambos habrían actuado bajos los efectos de cocaína.“Vamos a apurarlo a ese”, le habría dicho Iván a su cómplice en el preciso momento en que Enrique Bernardino Ayala salía del cajero automático ubicado en la intersección de las avenidas Aguado y Tambor de Tacuarí, sin saber que a pocos metros lo esperaba lo peor.En el terreno de la pesquisa, se supo que la fiscal de Instrucción 3, Adriana Herbociani, solicitará al juez Fernando Luis Verón un careo entre Johny e Iván. En las próximas horas la Justicia planifica tomar declaración testimonial a la mujer que presenció el lamentable episodio. Lo más significativo es que el caso está prácticamente esclarecido, a nueve días del mismo. Testigo directoSegún pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, la Justicia cuenta con el testimonio decisivo de una mujer que vio el preciso momento en que asesinaban al pensionado de 51 años.No es un dato menor. Su testimonio puede resultar clave para ratificar o desmentir la versión que dio el miércoles el único detenido que tiene la causa, al menos por el momento.En este sentido, trascendió que la defensa del imputado pedirá, para la semana próxima una rueda de reconocimiento para que la mujer indique si Johny fue quien apuñaló al pensionado, o no. La tarea, en un principio, no sería complicada. Es que la contextura física de uno y otro es diametralmente opuesta.
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