POSADAS. La segunda jornada del 27º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) fue medular. Desde las 9 comenzaron a desarrollarse los talleres en las aulas de las distintas escuelas públicas del centro de esta ciudad. Las cerca de 20 mil mujeres transformaron, literalmente, la ciudad. No sólo porque coparon su capacidad hotelera, que por supuesto no fue suficiente y debió ser complementada con alojamiento en casas de familia y en las escuelas, sino porque le dieron vida a una ciudad que por lo general los domingos duerme la siesta. Y ni que hablar de la plaza San Martín, que inéditamente se vistió de feria con afluencia de artesanos de distintos puntos del país y fue escenario de radios abiertas desarrolladas por diferentes agrupaciones de mujeres.Como corolario, a las 19 las participantes marcharon por la ciudad, en la ya tradicional caminata de féminas de todas las provincias argentinas, Paraguay, Colombia, Honduras, México y otras naciones latinoamericanas.Espacios democráticos“Estamos muy interesadas en este encuentro, vienen de todo el país y cada uno con la problemática de su lugar… que en realidad vemos que son muy parecidas”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Ana María Sesto, delegada de Acción Social del Sindicato de Trabajadores Unidos de la Educación (Sute) de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), mientras salía de un aula de la Escuela 1 “Félix de Azara”.“Este taller se llama Mujeres y lucha contra la droga, lo que sacamos como conclusión es que necesitamos urgente que el Estado se comprometa a prevenir que los niños ingresen en la droga”, dijo señalando la necesidad de un mayor presupuesto para ello, al igual que en el ámbito educativo, donde requieren que cada escuela tenga un gabinete psicopedagógico desde el cual atender los posibles casos. “En Rivadavia, a sesenta kilómetros de Mendoza capital, hay un gabinete para 66 escuelas. ¿Cómo llevás adelante el seguimiento con un chico? Y en los casos que ya tienen problemas de adicciones, que haya lugares públicos y gratuitos donde puedan recibir tratamiento”, agregó. Las conclusiones no quedan en la puerta de los talleres. Todas integrarán un documento de sugerencias o incipientes anteproyectos de ley que serán enviados, como cada año, al Congreso de la Nación.Los otros salones de la escuela cobijaron talleres sobre salud, sexualidad y medicina alternativa, entre otros. Este último también se efectuó en el patio de la institución, donde las coordinadoras desarrollaron diferentes rituales de meditación y relajación en que, incluso algunas participantes siguieron las consignas acostadas en el piso en una gran ronda. “La idea fue recuperar la noción de que todos -los humanos- somos uno, y somos uno con la naturaleza, y lo hicimos con diferentes rituales ancestrales, de la puna, de India”, indicó a este matutino Ruth, de La Matanza, provincia de Buenos Aires.Los espacios de los talleres fueron también de difusión de denuncias concretas, como la de desaparición de 25 mujeres que hizo Nora, de la agrupación Pan y Rosas. “Johana Chacón despareció el 4 de septiembre, cerca de una finca mendocina”, dijo la mujer mostrando una fotografía de la joven de 16 años. “Luchemos contra la trata de personas en todo el país y si alguien sabe algo, se comunique al 911”.La plaza feriaCerca del mediodía, la plaza San Martín se pobló de miles de mujeres. Algunas almorzando, otras vendiendo y comprando artesanías ofrecidas por sus propios productores de todos los puntos del país, o participando de las radios abiertas. El paseo posadeño se convirtió en una gran y colorida feria. Hacia el centro de la plaza, las distintas agrupaciones colgaron banderas con leyendas de todo tipo, entre las que predominaron algunas como: “Desmantelamiento de las redes de trata, ¡Ya!”, “Campaña nacional contra las violencias hacia las mujeres”, “Aborto legal ¡Ya!”, “Exigimos que se incorpore la figura de femicidio al Código Penal”, etcétera. Un toque sin dudas llamativo fueron las réplicas de bombachas -fabricadas con papel o entretela- que colgaban de largas soguitas, que como banderines surcaban la plaza de lado a lado. Otras similares fueron pegadas en el mármol del monumento a San Martín. “Mi cuerpo es mío”, “si te pega no te ama”, “ante la doble opresión, doble rebelión”, “educación sexual para decidir”, fueron entre otras las leyendas que cada mujer escribió en las réplicas de ropa interior. “Fuera Monsanto de América Latina”Entre las oradoras de una de las radios abiertas tomó la palabra María Godoy, madre de Ituzaingó, Córdoba, que día a día ve enfermar y morir a sus hijos a causa de las fumigaciones con glifosato en las plantaciones de soja.“Nos oponemos a Monsanto en Córdoba, en Argentina y en América Latina porque sabemos las consecuencias que trae a la salud. Cada semana hay nuevos enfermos en nuestros barrios e incluso se están diagnosticando tipos nuevos de cáncer nunca vistos”, dijo Godoy, fuertemente preocupada pro el anuncio de la presidenta Cristina Fernández, de instalar una planta productora de semillas de la multinacional en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.“Avanza el modelo agroexportador extractivo y para 2013 el Gobierno tiene programado aumentar en 200 mil hectáreas la siembra de soja, o sea que ya casi llegamos a los 20 millones de hectáreas de soja, que en 2004 eran 4 millones. Es terrible lo que estamos pasando y lo que vamos a pasar si no detenemos esto”, agregó, manifestando que el eje de la lucha es “la defensa de la soberanía alimentaria, de la salud comunitaria y la campaña en contra de los agrotóxicos”.Ana Resquín, coordinadora de Mujeres Rurales e Indígenas de Paraguay (Conamuri), señaló al respecto: “Estamos defendiendo la semilla nativa que Monsanto está por exterminar. Nos están envenenando y ahora se están lanzando cuatro nuevas semillas transgénicas y las nativas ya no vamos a tener. Y la chipa y la sopa paraguaya ya no van a tener el mismo sabor, y creo que esto es gravísimo”. En relación al reciente golpe de Estado que sufrió Paraguay, Resquín recalcó: “Este golpe fue un gran golpe para las mujeres paraguayas que luchamos por la gente que no tiene voz, y no tienen un pedazo de tierra para poder cultivar porque toda fue comprada por los ricos”. Advirtió sobre la fuerte persecución que sufren los líderes de organizaciones que luchan por un modelo más inclusivo, como el que trazaba el presidente p
araguayo Fernando Lugo derrocado inconstitucionalmente. “Los otros países latinos son nuestros aliados, a los únicos que tenemos son a ustedes y por eso creemos que tenemos que seguir unidos”, agregó la mujer.Logística de las encuentreras“Nosotras viajamos de a diez mujeres y hace varios años que participamos de los encuentros. Ni bien se define la sede del año siguiente -cosa que se realizará esta mañana en el acto de clausura en el anfiteatro Manuel A. Ramírez- comenzamos a pagar el pasaje en avión y reservamos el hotel, así se hace más liviano poder juntar el dinero y asegurarnos la participación”, indicó Susana Tello, enfermera integrante de Mujeres Radicales de Provincia de Buenos Aires (Muraba). Como ellas, muchas de las mujeres comenzarán desde este mes o, a más tardar, desde principio del año entrante, a reunir el dinero para viajar a la sede 2013. La jornada terminó con una marcha por las calles de la capitalEl Encuentro de mujeres culminó la jornada de ayer con una marcha por distintas calles de esta ciudad, donde las principales protagonistas salieron a pedir por sus derechos. Carteles y banderas con distintas frases colmaron las arterias de la ciudad, la mayoría de ellas pidiendo por la ley de aborto legal: “Ni una muerte más por abortos clandestinos”, “Abortos gratis en los hospitales públicos” y también se pudieron ver otras leyendas como “Alto a la trata”, “Nunca más mujeres capturadas” y otras pidiendo justicia por todas las mujeres que fueron víctimas de violencia de género. La recorrida de las mujeres participantes del encuentro comenzó con una concentración en el Paseo La Terminal y las plazas de alrededores, desde donde minutos después de las 19 empezaron a marchar con rumbo a la plaza 9 de Julio. Luego de unos veinte minutos de caminata, el primer gran grupo de mujeres llegó a la plaza, caminando por la calle Bolívar, y cuando parecía que todo iba en paz, unas dos mil participantes se cortaron de la marcha y cambiaron el rumbo de sus pasos en dirección a la catedral de Posadas. Desde las primeras horas de la tarde, un grupo de feligreses se había autoconvocado para no permitir pintadas en las paredes de la iglesia. Incluso minutos antes que lleguen las mujeres a la plaza, el padre Alberto Barros estuvo hablando con algunas integrantes del encuentro y les explicó que ellos no iban a dialogar con nadie. “Por qué no las escucha”, les preguntó una señora entrada en años al párroco, quien le respondió: “Porque desde la Iglesia Católica ya informamos que no vamos a conversar con ellas y no vamos a permitir que ocurra lo mismo que en otras ciudades”. PintadasCuando ya había pasado por la plaza más de la mitad de los grupos de mujeres, uno de ellos decidió ir contra la catedral y a pesar de los intentos por detenerlas, llegaron hasta la misma y se enfrentaron a viva voz contra los feligreses, quienes se mantuvieron rezando. En ese momento, el más tenso de toda la marcha, algunas mujeres se tomaron a golpes de puño con hombres y luego de forcejeos dejaron sus sellos en las paredes de la iglesia, incluso la Policía debió entrometerse para que la situación no pase a mayores. Luego de más de media hora en la plaza, decidieron marcharse hacia otros puntos de la ciudad para continuar con el Encuentro. SinérgicasPor Lara [email protected], del griego “synergo”, refiere a la tarea realizada entre personas cuyo resultado es mayor que el de la suma de las partes. El resultado de los debates de este ENM superó ampliamente el que pudo haber hecho cada una de las 20 mil participantes sola en su casa. Tal vez allí resida el “éxito” de la convocatoria. No por nada las participantes, docentes, campesinas, indígenas, amas de casa, gremialistas, de distintas religiones, edades, color partidario y procedencia, aseguran que “algo cambia en cada mujer que participa”. Cada una lo hace desde su punto de vista, pero lo que está claro es que lo que más pesa desde que los encuentros comenzaron en 1986, es la condición de mujer y la posibilidad de discutir sobre las problemáticas que atraviesan su comunidad. Más allá de los estigmas que intentaron desvalorizar el encuentro -“van a rayar la Catedral”, “son proaborto”, etcétera- la gran reunión de mujeres argentinas y latinoamericanas se concretó por primera vez en Posadas, gracias al empuje y compromiso de las misioneras que integraron la Comisión Organizadora y trabajaron contrarreloj. Si las 20 mil mujeres hubieran venido a Posadas a ver un recital, tal vez no se habrían generado resquemores. Pero lo hicieron para dialogar y opinar democráticamente. Tal vez eso sea lo que realmente incomode.
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