POSADAS. Luis Oscar Payal (36) salió del Tribunal Penal 2 como había llegado, con las esposas en las manos. Después de tres jornadas de intenso debate, la Justicia misionera lo condenó a once años de prisión por el crimen del municipal José Alberto Rodríguez Dos Santos (35), de un puntazo en el corazón en medio de un mitín político.La decisión recayó en los camaristas Roque González, Eduardo D’Orsaneo y Martín Errecaborde -estos dos últimos, subrogantes- y se conoció minutos después del mediodía de ayer en la sala de audiencias de San Martín al 1400.Antes, los últimos testigos declararon y terminaron de echar por tierra la débil coartada del imputado, que desde un principio aseguró que la víctima lo había atacado previamente con un palo y que no sabía cómo Rodríguez Dos Santos acabó muerto.Declaraciones claveEl debate tuvo sus dos primeras jornadas el 9 y 10 de octubre. En la audiencia inicial, Payal dio su versión de los hechos, que quedó desbaratada después de la declaración de un centenar de testigos. Incluso, dos de los declarantes aseguraron haberlo visto dándole la estocada mortal a la víctima después de una confusa pelea, el 25 de mayo de 2011, en medio de una “chocolateada” organizada por el candidato a concejal Carlos Martinotti.La misma historia volvió a escucharse ayer en el TP 2. El primero en declarar fue un municipal que estuvo en el momento del hecho y que aseguró que el acusado “tenía una cosa punzante y le dio”.El segundo testimonio que se escuchó en la mañana del martes fue aún más conciso. “En ese momento vimos que le ensartó la puñalada. No nos acercamos a él porque nos iba a hincar a todos; tenía un cuchillo en la mano”, reveló el testigo que también participaba del mitín organizado en la chacra 139 de la capital provincial.Al momento de declarar, una compañera de trabajo de Rodríguez Dos Santos recordó los minutos finales del hombre, en un relato que conmovió a los presentes. Contó que la víctima se sentó, que le levantó la remera y que tenía una herida en el pecho, debajo de la tetilla. “¡Ayudame Andrea! Payal me hincó”, le alcanzó a decir antes de perder la consciencia.Los testimonios que se escucharon ayer en el Tribunal Penal 2 no fueron más que una síntesis de lo que ya habían hablado antes el resto de los testigos. La única diferencia en el relato de los hechos provino de un vecino del imputado, quien terminó el día detenido por brindar falso testimonio Conclusiones y sentencia Finalizado el debate y luego de un cuarto intermedio, llegó el turno de los alegatos. La fiscal Liliana Picazo abrió las conclusiones y fue tajante a la hora de evaluar el testimonio del acusado. “Payal mintió hasta en la hora en la que sucedieron los hechos”, lanzó la representante del Ministerio Público, basándose en la abundancia de pruebas y testimonios que se recogieron durante la investigación.Picazo aseguró que el acusado “sabía lo que hacía”, en relación a las amenazas que había esbozado horas antes en el lugar, y concluyó que “la violencia armada como práctica política debe ser castigada”. Acto seguido, le solicitó a los jueces la pena de quince años de prisión con accesorias legales y costas.A su turno, el abogado defensor Víctor Verón solicitó en principio la absolución por legítima defensa, en caso de que sea negativa esa opción la aplicación de la pena establecida para delitos de tipo culposo y, finalmente, el mínimo de la condena establecida por el delito de homicidio -es decir, ocho años-.Nada de esto fue tenido en cuenta por los magistrados que conformaron el tribunal, que deliberaron durante casi media hora. Cerca de la 1, la doctora Fabiana Rossi leyó la esperada sentencia. “Se resuelve condenar a Luis Oscar Payal a la pena de once años de prisión”, fueron las palabras exactas que sellaron la suerte del acusado.Una reunión que resultó fatalEl hecho sucedió cerca de las 16.15 del miércoles 25 de mayo de 2011, un mes antes de las elecciones municipales. En el fervor de la campaña electoral, colaboradores del sublema encabezado por Martinotti realizaban una “chocolateada” en 143 y 60, Villa Cabello.Payal, que ya había estado allí cerca del mediodía amenazando con un cuchillo, se presentó a la hora y luego de una trifulca se trenzó con Rodríguez Dos Santos. Varios testigos vieron entonces cómo el imputado le asestó un puntazo fatal a la víctima, que murió camino al hospital Favaloro. Ese fue el comienzo del caso que finalizó ayer, con sentencia condenatoria. Detuvieron a un testigo por falso testimonioEl hombre, de apellido Miranda y vecino del imputado, llegó libre pero se fue esposado. No fue condenado por cómplice ni nada de eso, sino que los jueces lo detuvieron por falso testimonio.“El difunto lo atacó con un palo. Yo estaba a sesenta metros”, dijo primero, pero después agregó que se trataba “del gajo de un árbol que había arrancado de ahí cerca”. La versión de los hechos no fue considerada veraz ni por el Tribunal ni por la fiscal Picazo, quien pidió la palabra y una vez más fue contundente: “vino a decir la mentira”. Es que la batería de pruebas fue suficiente para contrastar dicho testimonio y acusarlo según el delito encuadrado en el artículo 275 del Código Penal Argentino, donde se establecen penas “de un mes a cuatro años (para) el testigo, perito o intérprete que afirmare una falsedad o negare o callare la verdad”. El testigo terminó en la comisaría. “Tiene que serde por vida”Juan Rodríguez Dos Santos, hermano de la víctima, dialogó con este medio una vez conocida la sentencia y se mostró a favor “de una reforma en el Código Penal, porque este tipo de personas deben ser condenadas de por vida”.“Hace falta que los políticos se ocupen de la Justicia y de este tipo de temas”, reflexionó en relación con el pedido de una condena más elevada, y agregó bajo un profundo dolor que “la gente tiene que ponerse en nuestro lugar, sentir lo que nosotros sentimos, para saber realmente de qué se trata”. Finalmente, el vocero de la familia destacó el trabajo de la fiscal Liliana Picazo.
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