SANTA ANA. Mientras aguarda el resultado de las pruebas de ADN a los dos detenidos por el crimen de Miriam Celeste Valiente, cuyo cuerpo apareció el 6 de agosto a un costado de la carretera que conduce al puerto de Santa Ana, la Justicia investiga el entorno de la víctima e intenta reconstruir los últimos instantes de su vida. En esa línea apareció una arista tal vez inesperada y hasta sorpresiva para los detectives. Surgió en la declaración testimonial que brindó uno de los hermanitos de Miriam Celeste, vía Cámara Gesell y frente a las profesionales del Cuerpo Médico Forense.Al parecer, el chico fue el último en verla con vida: al menos la habría acompañado hasta un negocio de la zona a comprar huevos.Su testimonio era muy esperado porque los investigadores estaban confiados en que pudiera aportar datos de los asesinos.Sin embargo, se encontraron con una sorpresa: el chico aportó información inédita y quizás reveladora para la causa que instruye el Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón.En medio de la testimonial, en Cámara Gesell, se le habría preguntado al menor cómo se enteró su madre del homicidio. La respuesta fue contundente: “Y si ella estaba ahí”.A partir de este dato, la Justicia dispuso una serie de medidas, muchas de las cuales fueron solicitadas por la defensa de los dos detenidos y no por la Fiscalía, como debería ocurrir.Los detectives quieren determinar, con precisión, a qué se refirió el pequeño con esa frase “Y si ella estaba ahí”.Entre otras cosas, mientras se aguardan los resultados de ADN, la Justicia peritará el celular de Miriam Celeste, que fue hallado junto a su cuerpo.´En este contexto, recobra fuerza la hipótesis de una supuesta entregadora, aunque aún falta tiempo y trabajo para confirmar o descartar si fue así o no. El episodioUna docente divisó el cuerpo de Miriam Celeste Valiente a un costado del camino que conduce al puerto de Santa Ana.Eran las 7.20 del 6 de agosto pasado cuando la maestra se comunicó con la Policía para informar el hallazgo del cadáver.Luego se estableció que la chica, de trece años, había sido violada y asesinada a golpes.Además, presentaba marcas de sujeción en las muñecas, lo que alentó la teoría de dos o más responsables en el hecho.La Policía Científica, en tanto, “levantó” muestras de semen de la ropa de la víctima y restos de cabello de sus manos.Los resultados de ADN de estas muestras son los que la Justicia sigue esperando.En paralelo, un adolescente de 17 años habría asegurado a la Justicia que, poco después de que Miriam saliera de su casa por última vez, mantuvo relaciones con ella.Sin dudas, un caso complejo en el que el ADN es clave.
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