DISTRITO FEDERAL, México (El País). El flamante presidente de México, Enrique Peña Nieto, no ha esperado ni 24 horas para empezar a trabajar en la agenda de transformación del país que anunció la víspera durante su primer mensaje a la nación tras su investidura. El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha firmado junto a las principales fuerzas políticas mexicanas, el Partido Acción Nacional (conservador) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Pacto por México, un acuerdo nacional para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad.Ejecutará reformasEsta suerte de los Pactos de la Moncloa de la transición española incluye un centenar de medidas, entre las que destacan la reforma educativa, explorar la inversión privada en Pemex, la apertura a la competencia del sector de las telecomunicaciones, romper los monopolios, una ley que ponga coto a la deuda de los Estados y el comienzo de la implantación de un sistema de seguridad social universal cuyo primer paso será garantizar una pensión a los mayores de 65 años.Esta agenda común de reformas era un viejo anhelo de los mexicanos y se ha había visto frustrada por intereses de partido desde los tiempos del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y las dos presidencias panistas posteriores de Vicente Fox y Felipe Calderón. El acuerdo, que demuestra la voluntad de cambio y consenso del PRI de Peña Nieto, fue anunciado el pasado jueves pero estuvo a punto de naufragar por disensiones internas del PRD, pese a que Andrés Manuel López Obrador ya no pertenezca ni sea el cabeza de cartel del partido de la izquierda.El primer día de trabajo del nuevo presidente de México se vio empañado por los violentos enfrentamientos entre jóvenes contrarios y la Policía durante la jornada de toma de posesión de Peña Nieto. Las protestas estuvieron acompañadas por actos de vandalismos contra comercios, tiendas y bancos.
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