A menos de tres décadas de la fundación de la Capital del Trabajo, un grupo de colonos solicitó a Educación un establecimiento secundario para que sus hijos continúen sus estudios luego de concluir sexto grado. Así fue como el decreto 9.098 creó la Escuela Nacional de Comercio 19, institución que durante todo el mes celebró, con distintos eventos, siete décadas al servicio de la comunidad.
Pionera en la educación secundaria en el municipio, inició sus actividades el 10 de junio de 1948 en aulas cedidas gentilmente por la Escuela 280 del kilómetro 14, hasta que con el afianzamiento de la asociación cooperadora pudo adquirirse el predio que ocupa en la calle San Luis 297, en el kilómetro 9. Como institución estatal, de iniciativas y gestión pública, fue transferida a la provincia en 1993, siempre con un significativo protagonismo y crecimiento, demostrando un permanente desafío frente a los cambios que se operan en la sociedad. Setenta años merecen más que una fiesta, por eso es que, bajo la mirada de su directora, Tomasa González, la institución fue epicentro de interesantes actividades.
Y todo con un condimento especial, porque González lleva adelante la Dirección con una carga extra, es que “pasé por todos los estadios, fui alumna, cuando me recibí de profesora de Historia vine a presentarme ante (Héctor Norman) Firpo, quien también había sido mi director como estudiante, dejé mi currículum y a la semana me llamaron, así comencé a trabajar en mi querida Escuela de Comercio; fui profesora, jefe de departamento, vicedirectora y desde 2004 estoy en la Dirección en forma ininterrumpida”, confió.
Junio fue un tiempo de “fiesta, de recordatorios, de reencuentro, fue todo un mes y un poquito más de eventos, todos en el marco del 70 aniversario de nuestra escuela”, describió y agregó que, por ejemplo, “la charla con veteranos de Malvinas organizada por el departamento de Historia, con la participación de los chicos, del Centro de Estudiantes, estuvo muy linda”.
También se hizo “un concurso de preguntas y respuestas sobre la historia de la escuela y de Eldorado, dirigido especialmente a primer año, con un viaje a Cataratas como premio para los ganadores; continuamos con la presentación del libro ‘La guerrera de tus sueños’, de Soledad Cabrera, exalumna de la escuela que actualmente vive en Rio do Janeiro, es profesora nacional de Educación Física, entrenadora y recorrió el mundo de la mano de su especialidad, la lucha”, remarcó la directora y añadió que la deportista confió que fueron “varios los profesores que la incentivaron a que persiga sus sueños”.
Además, “el 25 de mayo fue la kermés organizada por los chicos de Centro de Estudiantes con participación de los padres; luego los intercursos con los quinto año, de los que por primera vez participaron las chicas también; y el encuentro de coros, algo que hacía mucho no se veía en Eldorado, fue muy lindo, en el aula magna de nuestra escuela tuvimos tres coros con mucha la participación de la gente”, remarcó la profesora.
Aunque el broche de oro fue el desfile, el sábado 9, con la presencia de muchísimos alumnos, incluso llegados desde lejos únicamente para ser parte de esta gran fiesta, frente a la escuela, sobre la calle San Luis, desde Alemania hasta el playón deportivo.
Los discursos de egresados de las distintas promociones y de alumnos que actualmente cursan sus estudios dieron un extra de emoción a la jornada.
Setenta años de desafíos
Muchos fueron los cambios que atravesaron la institución, Eldorado y la educación en general, pero la Escuela de Comercio supo estar siempre a la altura de las circunstancias.
“En Educación permanentemente estamos ante desafíos a los que, creo, no hay que tener miedo de afrontar”, sostuvo González e insistió en que siempre “tratando y mirando siempre que sea positivo para los chicos, para las futuras generaciones, como pasó por ejemplo con la incorporación de la tecnología, que en principio era muy complicado, sigue siéndolo, porque no estábamos formados, pero lo afrontamos, tomamos cursos, sabemos que falta, pero también entendemos que estamos haciendo todo lo mejor posible”.
La incorporación de orientaciones fue otro reto, pero “veíamos a los chicos que tenían habilidades e inclinación al arte, por ejemplo, entonces incorporamos una modalidad en arte con perfil en música, tenemos talleres, teatro, danza, canto; tratamos de ponerle el pecho y afrontar los cambios que se vienen en esta sociedad tan convulsionada y competitiva, tenemos que estar preparados para competir con nosotros mismos, superarnos a nosotros, ser capaces de incorporarnos en este mundo y a la sociedad pero no compitiendo con nadie, sino estando preparados para vivir, trabajar, para hacer lo que uno quiere”, dijo la docente.
“No es poca cosa, tenemos que incluir, aquí siempre tratamos de incluir sin perder de vista la calidad”, subrayó.
“Tratamos de hacer lo mejor posible y el día que me vaya lo hago convencida de que hacemos lo mejor que podemos con las herramientas y recursos que tenemos, humanos y materiales, no es fácil, por ahí hay que ser equilibrista, en educación nunca las cosas fueron fáciles y menos en este momento”, finalizó.