¿Quién no se ha mejorado asombrosamente rápido cuando estaba enfermo después de recibir muchos abrazos y besos, y alguna que otra atención particular de papá o mamá o de esa persona amada?
Cuando alguien ama se nota y cuando no ama se nota más. Pero aquí te cuento un detalle: cuando alguien no puede amar a todos sin condición y sin reclamos en realidad no puede amarse a sí mismo. Esto sucede porque no sabe cómo hacerlo porque no le amaron o porque no le enseñaron, pero puede aprender. Amarse a sí mismo es fundamental para amar a los demás. Es la base de toda relación sana libre de reclamos y exigencias, libre de maltratos y confusión, y la relación fundamental para lograrlo es con uno mismo antes que nada. La medida en la que las personas se aman es también la medida en la que dejan que los demás los amen y aman. Inconsciente o conscientemente toleramos aquel amor que merecemos y que sabemos recibir y a su vez es el mismo que damos.
Si no sé amarme a mí mismo, tampoco voy a saber poner límites y respetarme para no permitir que los demás tengan actitudes hacia mi persona que sean dañinas. El secreto es amarse lo suficiente como para no permitir nada que no sea bondadoso, respetuoso ni amoroso para cada uno y de esta forma saber poner las barreras a aquello que no nos merecemos. Porque nadie se merece menos que amor.
Cuando alguien que quieres te miente, te estafa, no te respeta, no es leal, esta simplemente mostrándote la forma en la que tú te amas. Lo que hace no tiene que ver contigo, si no con lo que permites que suceda contigo. Cada quien da lo que tiene, como puede y como aprendió.
Amarse a uno mismo incondicionalmente, sin juicios ni críticas y aceptando todo lo que somos con lo bueno y lo malo, es la llave a la paz, a las relaciones amorosas y sanas, a la comprensión, a la aceptación de uno mismo y los demás.
Amar incondicionalmente a todos y todas es posible, mientras te ames a ti mismo incondicionalmente, puedes hacerlo, mirándote, ocupándote, escuchándote, respetándote. Y verás cómo no solo tu comienzas a cambiar sino que a tu alrededor también.
En un libro antiguo dice: amarás a tu prójimo como a ti mismo. La pregunta escondida es: ¿cuánto te amas?
Colabora
Natalia de las Nieves
Coach y Terapeuta
Motivacional
En Facebook: Rincón
De Luz y Bienestar
3764-4366593