Una de las señoras más lindas que la pintura me permitió conocer. Una mujer dulce, una mujer más que esperó mucho para empezar a pintar, Yoli esperó 67 años, pero nunca es tarde y ahora lo hace con pasión.
Nació el 1° de Mayo de 1951, en la ciudad de Dos de Mayo. Donde creció junto a sus siete hermanos Nico, Roque, Lurdes, Silvia, María, Pinki y Betina.
Sus padres Pedro e Isolina se dedicaban a la venta de Ramos Generales, y a actividades netamente Misioneras, producción de tabaco y la recolección de leche.
Como toda buena niña de su hogar, aprendió a realizar los deberes en su casa, junto a su dedicada madre. Quien le inculcó los mejores valores en cuanto a la familia.
Cuando llegó su adolescencia, su espíritu inquieto se despertó, y si querían divertirse entonces ocupaban la camioneta Dodge de Don Pedro año 1965 y se iban al bailable del pueblo.
Cuando tuvo 18 decidió cuidar a sus abuelos Dutra, en la ciudad de Oberá, allí trabajó como cajera en la carnicería de ellos.
Fue entonces que se cruzó en su camino Juan Stepaniuk quien supo conquistar su corazón. Tuvieron 4 hijos, Iván y Pepe (mellizos), Claudia y Lucas. Juan y Yolanda supieron juntos crecer y hacer posible la Empresa.
Sus hijos la describen como una madre maravillosa aplicada y protectora. Única, alegre y bondadosa. Siempre haciendo todo lo posible por ver a sus hijos felices.
Nosotras sus compañeras de pintura creemos que es así porque tuvimos la suerte de conocerla. Una mujer que supo luchar y llegar, crecer y avanzar, sin olvidar sus raíces.
Colabora
Claudia Olefnik.
Artista plástica.
Responsable
del Taller Monarcas.
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