A través de la Fundación Bosques Nativos y el Centro de Investigaciones Antonia Ramos (CIAR), la comuna obereña recibió la donación de unos mil árboles autóctonos para comenzar con un programa de reforestación urbana. Los ejemplares fueron trasladados desde las instalaciones del CIAR por personal municipal y serán destinadas a plantarlos en plazas, plazoletas y otros espacios públicos.
Las plantaciones se irán realizando de manera progresiva, bajo la planificación de la Dirección de Saneamiento Ambiental, que también tiene planificado intervenir en la unidad penal.