Hay quienes prefieren el clima de verano y hay quienes prefieren el clima del invierno. Hay quienes prefieren salir a pasear afuera y hay quienes prefieren quedarse mirando una peli adentro. Hay quienes prefieren estar en pareja y quienes prefieren mantenerse solteros. Hay quienes ven en la enfermedad una posibilidad de sanación y quienes ven a la enfermedad como un castigo. Hay quienes ven lo positivo en todo lo negativo y quienes ven lo negativo en todo lo positivo. Hay de todo. Y todo lo que hay depende de lo observadores que somos, de lo que vemos, de lo que sabemos, de lo que queremos, de las elecciones que hacemos, de las experiencias que tenemos, de lo que pensamos que podemos.
¿Cuál es el lado bueno de todo esto y cuál es el lado malo de cada polaridad y forma de ver? Depende de cada persona, puesto que lo que para uno puede que esté bien para otro puede que no, lo que para uno es un problema para otro puede ser una tontera.
¿Y en estos juicios que vamos haciendo sobre lo que está bien y está mal quién es el que decide y juzga la correcta forma? Nadie más que nuestras emociones y sentimientos, lo que vamos sintiendo. Si algo me hace sentir incómodo, inquieto, nervioso, tensionado, inestable y en el peor de los casos, triste, ansioso, maltratado, pues ese no es el camino, esa no es la forma, esa no es la opción, no es la decisión correcta, y si existe ese camino de seguro que hay otro camino para elegir, elije el otro entonces. En cambio si algo me hace sentir bien, tranquila, en paz, confiada, aunque para mis ideales o el afuera no está bien pero a mi sentir le da armonía, entonces sí está bien. Tu interior y tu sentir es tu juez, tu delator de lo que está bien o mal para cada individuo.
¿Cómo testearte? Cada vez que vas a tomar una decisión y no sabes qué elegir simplemente para unos minutos y pregúntate: si hago esto, ¿me hará bien?
Y percibe cómo te sientes, si estás relajado o se te acelera el corazón y te da ansiedad, el cuerpo siempre expresa y manifiesta lo que necesitamos. Confía en ti, confía en lo que tu cuerpo te dice. Y sobre todo confía en lo que sientes.
En este mundo dual en el que convivimos es común confundir nuestros ideales y valores con los de los demás y creer que algo está bien pero porque para todos está bien, y tomar como algo malo lo que a todos les parece malo pero a mí no.
En un mundo donde todo tiende a homogeneizarse, escucharse y encontrarse con consigo mismo es importante descubrirse y aceptarse, conocerse, ver hacia adentro, no desde afuera y lo que dicen de mí, mirarse y quererse y desde ahí elegir por dónde seguir.
Y recuerda: viniste a ser feliz y vivir en paz, no te distraigas, todo lo demás es puro cuento. Disfruta.
Colabora
Natalia de las Nieves
Coach y Terapeuta – Motivacional
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