Bella Vista es un pequeño pueblo que queda a 150 kilómetros de la Ciudad de Corrientes. Allí, en ese lugar de arenas blancas y barrancas majestuosas a orillas del río Paraná, visitadas por turistas, vive Juliana Bernachea, una mujer luchadora que apostó al arte.
Ella es docente de escuela primaria, pero tomó la valiente decisión de dejar la docencia para dedicarse a la pintura, así que hizo unos cambios en su vida.
Toda su vida vivió en Bella vista, cuando tenía quince años se enamoró de Ernesto que en ese momento tenía veinte. Construyeron una familia, tienen dos hijos, Jeremías y Florencia, y un montón de sueños que ahora cumplen juntos.
Juli proviene de una familia humilde, sabe -porque la vida misma le enseñó- que todo cuesta. Con mucho coraje tomó una decisión muy difícil, puso en marcha su emprendimiento, un atelier de pintura para grandes y chicos. Creando con Juliana es un lugar donde a los que les gusta pintar asisten para pasar un momento cargado de color y buena onda. Ama a los niños y les enseña con mucho amor. Las más grandecitas también buscan ese momento mágico. Incluso asisten alumnas de Concepción que viajan 300 kilómetros para participar en sus clases. Está contribuyendo de forma muy activa en la cultura del lugar, organizando exposiciones para sus alumnos en la Casa de la Cultura.
La pintura le enseñó un mundo nuevo. Siempre fue muy tímida y aprendió a socializar con la gente. Siempre estuvo allí en su pueblo y ahora aprovecha cada oportunidad que tiene para capacitarse, para tomar clase con otros profesores, y transformarlo en una aventura en familia. Y fue en este camino que nos encontramos, en el de la aventura de seguir aprendiendo.
Colabora
Claudia Olefnik.
Artista plástica.
Responsable del Taller Monarcas.
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