“Hace muchísimo que no tenemos más casos. Estamos trabajando con autoridades de Salta y Jujuy, que son los últimos lugares donde han aparecido casos y que están en riesgo, para activar todos los mecanismos para conseguir que los organismos internacionales, OMS y OPS, nos den el dictamen de que somos un país libre de paludismo, eso es muy importante, es un logro”, así lo calificó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Jorge Gutiérrez, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“Estamos trabajando en ese tema, por eso insistimos en la vigilancia epidemiológica de las enfermedades”, agregó.
Gutiérrez explicó que, en general, el paludismo se comporta como una enfermedad febril, similar a todas las de síndrome febril inespecífico como dengue, chikungunya, zika, fiebre amarilla “pero con la diferencia de que hay que estar atentos a aquellos que vienen de otros países donde hay actividad de la enfermedad, sobre todo Brasil, Perú, Colombia y Venezuela. Ha habido casos en Buenos Aires de personas que venían de Venezuela, que ya habían salido con la enfermedad de allá. Hay que estar atentos a ese tema”.
Para conseguir dicha certificación, el país debe documentar ante los organismos internacionales que no se registran casos autóctonos en Argentina desde hace, por lo menos, tres años. Ésta es condición indispensable para declarar a algún lugar “libre de paludismo”. “Argentina tiene más años sin casos autóctonos. Es hora de trabajar sobre eso porque creemos que es importante. Sería un adelanto”, cerró el profesional.
El paludismo es una enfermedad infecciosa caracterizada por ataques intermitentes de fiebre muy alta y se transmite por la picadura del mosquito anofeles hembra.