El “Canalla” se alzó con un premio de $ 560.000.- y será el oponente de Talleres de Córdoba en la siguiente fase.
Marco Ruben, a los 13 minutos del primer tiempo mediante un penal, inauguró el score para el cuadro de Edgardo Bauza, mientras que Fernando Zampedri elevó las cifras, a los 40 del mismo período.
Ya en el complemento, Germán Herrera, a los 23 y 41 minutos, Gonzalo Bettini, a los 28, y Washington Camacho, a los 35, le dieron forma de goleada a un desarrollo que a lo largo de los noventa minutos no mostró la más mínima equivalencia.
La enorme diferencia de jerarquía quedó claramente en exposición desde el mismo pitazo inicial del árbitro Merlos. Un Central con nombres que si bien no son rutilantes poseen un mayor rodaje y más pergaminos se enfrentó a un conjunto salteño que hace cuatro meses que no compite, circunstancia que quedó reflejada fehacientemente luego de advertir el frondoso tejido adiposo de varios de sus jugadores, de manera especial en el cilíndrico atacante Zárate, cuyo exceso de peso traspasa largamente los dos dígitos.
Al “Canalla” se le simplificó el desarrollo tras un dudoso penal que el arquero Mulieri le cometió a Ruben, quien pudo haber jugado su último encuentro con la camiseta de Central ante la inminencia de su partida al Santos de Brasil. La posterior conversión del citado delantero le ofreció al elenco del “Patón” la convicción que el segundo llegaría casi por decantación. Un remate de Zampedri desde corta distancia tras un cabezazo de Camacho, le dio un golpe díficil de asimilar al tan entusiasta como limitado cuadro salteño antes de retirarse al descanso.
El complemento vio a un conjunto rosarino que se aprovechó de la mejor condición física de sus exponentes en desmedro de un rival que desnudó síntomas inequívocos de fatiga, notándose tal déficit en casi todos sus jugadores, muchos de ellos bordeando los cuarenta años.
Apenas después de ingresar, el eficaz Herrera definió con justeza luego de un desborde por derecha de Lloi. Tras cartón, Bettini aprovechó libre de marcas una pelota que le bajó Zampedri de cabeza, en tanto que Camacho, con un remate ingresando al área, elevó las cifras a cinco.
El gol postrero de Herrera tras una habilitación del citado Camacho y luego de una gran jugada de conjunto, resultó la “frutilla del postre” para semejante muestra de disparidad futbolística.
El final del match dejó advertir el buen criterio del árbitro del cotejo, quien no adicionó un solo segundo a un trámite que para el conjunto salteño, especialmente en la etapa final, no fue más que un calvario.
Fuente: Noticias Argentinas
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