Hace 50 años, un grupo de residentes correntinos conformado por Juan Carlos Ratier, Humberto Bejar, Lorenzo Falero, Miguel Gerónimo Soto, Rodolfo Visconti, Juan Leonardo Chiglioni y José Insaurralde, entre otros, buscó un lugar donde compartir sus costumbres, mantener sus raíces y sobre todo compartir la esencia más pura del chamamé.
Fue así, que el 17 de agosto de 1968, la primera sede de la agrupación correntina abrió sus puertas en un predio ubicado sobre la avenida Santa Catalina y Ribera del Paraná.
Al año siguiente, se trasladaron a una estancia de más de cinco hectáreas, que se encontraba en el (llamado aquel entonces) “Paraje de Itaembé Miní”, donde se encuentra actualmente. El edificio que ocupa esta agrupación, fue declarado de interés municipal y provincial por su aporte al desarrollo de la comunidad.
Sobre su escenario actuaron importantes conjuntos y figuras de la “patria chamamecera” como: Isaco Abitbol, “Paquito” Aranda, Los Hermanos Barrios, Las Hermanitas Vera, entre otras importantes figuras de la cultura regional, quienes desplegaron su talento en las clásicas bailantas, mientras el público compartía: asado a la estaca, empanadas, locro y los platos típicos de la zona.
Aunque en un principio, todos los fundadores eran oriundos de la vecina provincia de Corrientes, siempre la puertas de la agrupación se mantuvieron abiertas, a todas aquellas personas que compartían las costumbres litoraleñas. “A pesar de que los primeros integrantes del Centro Correntino fueron desapareciendo, quedaron sus hijos quienes aún mantienen el espíritu de este lugar” expresaron desde la comisión.
Bodas de oro
Socios y amigos de la agrupación correntina, celebrarán el sábado 18, a las 21, el cincuentenario de esta histórica institución con una cena show y la presencia de importantes conjuntos regionales, en la cual no faltarán los acordeones, las guitarras y el profundo sentir chamamecero que se manifestará en un fuerte “sapucay” para coronar el encuentro fraternal que hermana a dos provincias.
Servicio a la comunidad
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, su presidente, Ricardo Daniel López, comentó que el Centro Correntino, es una institución sin fines de lucros, que brinda sus instalaciones para que los jóvenes de la zona puedan acercarse a estudiar o practicar actividades relacionadas con la danza.
“Las personas aprovechan un cómodo espacio con mesas y sillas. Hoy conformamos una buena comisión donde celebramos con vecinos el Día de la Madre, Día del Niño y las fechas patrias”.
Además, el salón ubicado dentro del predio, sirvió muchos años como aula satélite de varias escuelas de la zona, donde se realizaron talleres “recuerdo a una de esas alumnas que cursó finalizó sus estudios con 64 años. Luego nos llenó de felicidad que esas escuelas hayan conseguido su lugar”, expresó.
Nueva comisión
En la actualidad, la institución cuenta con 150 socios y la comisión directiva está integrada por su presidente, Ricardo Daniel López; vice presidente, Teresa Sánchez; Secretaria, María Ester Pereyra; pro secretario, Julio Luis Escalante; Tesorero, Juan Manuel Acosta; Pro tesorero, Zulma Elizabeth Skeppstedt; Ramón Julio Martínez, revisor de Cuentas; y los vocales: Ramón del Rosario Velazquez, Vicente Andrés Ramírez, Roberto Dionisio Gunn y Ramón Celestino Rodríguez.
A medio siglo de existencia, el espacio nunca perdió la esencia de congregar, a las familias y amigos, para disfrutar de festivales chamameceros y celebraciones populares. “Este es un lugar que siempre se utilizó para que las familias puedan ‘enchamigarse’ como decimos, las instalaciones son amplias, tenemos peloteros y paseos a caballo que son cosas bien de nuestras” definió.
Así también, el Centro Correntino cuenta con un grupo de bailarines que representa a la provincia en distintos festivales chamameceros que se realizan en la región, aunque aún no reciben ayuda de las autoridades misioneras ni correntinas. “Somos una institución pionera, un corazón correntino que está clavado en Misiones, hacemos cultura hace 50 años” manifestaron desde la comisión.
Aunque sus autoridades comentaron que la institución estuvo acéfala durante varios años, lo que llevó a sus miembros a reunirse y conformar una comisión, para sanear las cuentas y realizar mejoras para que el espacio recupere su época de esplendor.
Fiesta familiar
En la pista de baile de la entidad correntina, se llevan a cabo distintas celebraciones, donde la familia puede degustar platos regionales, al ritmo de la música chamamecera, aunque también se abren a nuevos ritmos, que se comparten con los jóvenes “por lo general recibimos a la gente con torta frita mientras toman mate, luego se ofrecen diversos platos para el almuerzo y por la tarde los niños recorren el predio mientras los padres disfrutan de la música. Esto es algo que hay que sentir porque se trabaja el día a día, esto es una familia y uno lo siente, y también lo hacemos por aquellos que ya no están” finalizó López.