Más allá de que el Gobierno nacional impulsó esta discusión para tapar sus desgracias económicas, que se hayan confrontado ideas por semanas tanto en las comisiones legislativas como en los medios de comunicación, las escuelas, los centros de salud y hasta en comisiones barriales termina por enriquecer a la sociedad.
En tren de argumentaciones la “ola verde” llegó ayer hasta la edición internacional de The New York Times de la mano de la ONG Amnistía Internacional. La prestigiosa publicación, que llega a más de 130 países, ubicó en su contratapa un anuncio a favor de la despenalización.
A página completa y con fondo verde, aparecía la palabra “ADIÓS” junto a una imagen de una percha (símbolo asociado a abortos inseguros y clandestinos) y una frase que dice en inglés: “Las complicaciones por abortos inseguros son la principal causa de muerte materna en la Argentina. El 8 de agosto, los senadores pueden elegir cambiar esto si votan a favor de una ley que despenaliza el aborto. El mundo los está mirando”. El mensaje cierra con el hashtag en español #AbortoLegalYa.
Del otro lado, el arzobispo de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, pidió ayer a los senadores nacionales que rechacen el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, tras advertir que “el aborto será dramático”.
El primado de la Iglesia Católica Argentina pidió a los legisladores que en la votación de este miércoles “no interrumpan la tradición de legislar para el bien común”.
Dos posturas bien definidas y con claros fundamentos. Dos corrientes que durante las últimas semanas y tras la media sanción en Diputados, abordaron con la seriedad que se debe una problemática compleja.
Por todo eso y por lo que pase hoy, cuando termine el día se habrá hecho historia.