Para los argentinos el fútbol es mucho más que un deporte, es un arte, una pasión y un efectivo medio de cohesión social, útil para confeccionar un tejido social alrededor de la identidad y capaz de escribir importantes capítulos en la historia de los pueblos. La Ciudad de las Ruinas no es la excepción y tiene como yapa a un gran aficionado, el doctor David Rebatta, un hombre que eligió este rincón misionero para vivir, para servir como médico y cuyo espíritu inquieto lo llevó a reconstruir algunas anécdotas de lo que este deporte supo dejar en esta tierra.
Fueron las familias Gallardi, Villalba, Bernaspold, también Lito Fonseca, Neco Duarte, Pepe Yunis, Cecilio Solar, Tato Cardozo, Inocencio Aquino, Familia, Antonio Cantero, Bochi Mayer y Luis Alcaraz quienes aportaron algunos recuerdos a la causa de Rebatta, motivada por “una fotografía centenaria de los Socios del Club Social y Deportivo de San Ignacio, esa esquina emblemática frente a la iglesia que desde hace muchos años funciona como núcleo cultural”.
“Varias personas que en aquel entonces eran niños y ahora son ancianos, manifestaron su conocimiento de estos socios honorarios y de la cantidad de clubes que teníamos. Eran más de quince en actividad y hasta debían trasladarse a otras canchas puesto que nuestra localidad no daba abasto para sostener tantos campeonatos. Eran los tiempos de la pelota de trapo, que luego se transformó en cuero, cuando se priorizaba el deporte, sobre todo para los jóvenes y niños, a quienes se sacaba del potrero para llevarlos a la cancha, lejos de los flagelos sociales, en la búsqueda de convertirlos en hombres sanos y fuertes. Uno de ellos mencionó el nombre de varios clubes que han desaparecido, ‘Libertad Fútbol Club’ (1910), ‘Club Atlético Unión’ (1930), ‘Club Atlético Puerto Nuevo’ (1938), ‘Club Juventud’ (1945), ‘Club Social San Ignacio’ (1965), ‘Club Villa Nueva’ (1968), ‘Club Villa Ema’ (1970), ‘Club Villa Sarita’ (1974), ‘Club Atlético All Boys’ (1974) y ‘Boquerón Fútbol Club’, entre otros”, apuntó el médico.
Y añadió que “All Boys, por ejemplo, era un equipo japonés, comandado por el señor Satto, gran animador de los campeonatos, quien al finalizar los torneos, en lugar de vino ofrecía champagne y bombones, algo a lo que nuestros jugadores no estaban acostumbrados. Un hombre generoso que tenía un avioncito donde también trasladaba a los deportistas”.
En San Ignacio también supo estar “el gran Ernesto ‘Tito’ Cucchiaroni, quien después se fue a Posadas, más tarde a Boca Junior y adquirió categoría internacional”, sostuvo.
Rebatta mencionó también a “un exmarinero llamado Mario Rivero, que ahora tiene 74 años. Él venía de Buenos Aires, como ‘falso 2’. Me contó que llegó a jugar con el gran Germán Barrios, un jugador histórico del Libertad Fútbol Club; también con Mesita ‘El Cuervo’. Recordó a don Garay, zapatero, quien confeccionaba el calzado para todo el equipo. También a un tal Cabure’i, que tomaba su vinito antes de jugar para rendir en la cancha. Mario Cabrera, de Unión, se juntaba con Gutiérrez y el arquero Páez, de la selección posadeña. Saúl Caballero, era mediocampista. Tantas cosas… Es gracioso cuando habla del ‘Turco’ Salom, más conocido como ‘Acá estoy… para la fiesta’. Había también un muchacho sordomudo, ‘Mita’i’, que por ser panadero proveía siempre a todo el equipo cuando llegaban los tan anhelados domingos”.
“De toda esta historia conservamos vagos recuerdos, grandes familias que acudían atraídas por Julián Millán; un ambiente de solidaridad asombrosa; gente que venía de Posadas y de Paraguay a pasar los domingos aquí. Lo que quisiera destacar es esa costumbre de ir en familia a la cancha, que se convertía en semillero, primero jugaban los chicos y luego los adultos. Actualmente no se cumple con esta tradición, que además se practica en todas partes del mundo: los niños primero. De hecho, la cancha del Club Unión volvió a ser un potrero, pues quedó en el predio de las ruinas”, subrayó.
E hizo hincapié en que “es necesario que apoyemos el deporte como una de las salidas ante tanta hostilidad contemporánea: el progreso de la droga, la delincuencia y el ocio desmedido. Brindemos alternativas a nuestros jóvenes”.