
En el transcurso de los años, hombres y mujeres de la tierra colorada, forjaron un fascinante futuro a través de las distintas ramas del arte, la música, la danza, la pintura, en la literatura; la ciencia; la tecnología y otras tantas actividades que van dejando huellas imborrables en diversos ámbitos a lo largo y ancho de la provincia.
Por eso, PRIMERA EDICIÓN, distingue a aquellos protagonistas comprometidos con Misiones, con el arte y la cultura y sobre todo porque son un ejemplo indiscutido para futuras generaciones.
Es así, que en esta oportunidad se reconoce al bandoneonista, autor y compositor Plácido Ojeda, conocido artísticamente como Ricardo Ojeda “ El Maestro” quienes lo conocen no sólo lo definen como un músico extraordinario sino como un hombre de un gran valor para los misioneros.
Nació en San Javier, Misiones el 9 de Junio de 1930. Hijo de Marcelino Ojeda y de Otalia Aparicio. Su vocación por la música viene desde los 7 años cuando comenzó a tocar el bandoneón, instrumento del cual se enamoró, según manifestó.
A finales de la década del 40, se radica en Posadas donde estudió en la academia “Beethoven” dirigida por Guillermo Riechert y después de seis años se graduó como profesor de Teoría y Solfeo.
Posteriormente se perfeccionó en el bandoneón con el profesor Miguel Ángel Domínguez uno de los mejores maestros de esos tiempos.
A los 16 años formó su propia orquesta que llevaba su nombre, pero en año 1963 y después de 18 años de trabajo intenso, dejó el grupo para fundar la Orquesta Folklórica de la Provincia de Misiones, por lo que dice “la idea principal de crear la orquesta fue para impulsar los cinco ritmos misioneros, como: Galopa Misionera, Chotis, Polquita Rural, el Gualambao, y Canción Misionera.
En ese mismo año junto a José María Novoa, Lucas Braulio Areco, Adhemar Galli y otros miembros fue parte de la comisión que dio vida al “Festival Nacional de la Música del Litoral” escenario que ha consagrado a grandes artistas como María Helena, Tarragó Ros, María Ofelia, Mario Bofill.
Al respecto dijo “ hace más de diez años deseo modificar el nombre por “Festival Nacional del Folklore de Posadas, Misiones” así como en otros festivales de otros países que llevan el nombre de sus capitales. En honor a mi tierra, me gustaría que Posadas, Misiones, figure en letras grandes. Ojalá en algún momento se tenga en cuenta mi propuesta, porque hasta la actualidad nadie me escuchó” remarcó.
Referente de la música
En 1996 participó junto a la Orquesta Estable del Instituto de Santa Fe, de la Folkloreada Mundial que se realizó en los países de Holanda y Suecia, organizados por la UNESCO.
Viajó por todo Europa representando a nuestro país y donde logró mucha experiencia, cosa que luego lo trasmitió a sus alumnos. También creó la Banda del Servicio de la Penitenciaría, cuya dirección ejerció durante treinta años y con quines llegó dos veces a los escenarios de Cosquín.
Otro de los aportes a destacar es que, fue autor y orquestador de la“Cantata del General Indio” obra poético-musical de elogio a la figura del Comandante Andresito Guacurarí, con texto de Ismael Fernández .
A sus 88 años, y como hace más de 20 años es docente y director de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) en Misiones, donde de manera gratuita enseña de lunes a viernes a chicos de 7 a 14 años . En dicha escuela se formaron grandes valores como los Nuñez, Diana Amarilla, Joaquín Benitez, entre otros tantos: “Cada vez que veo a mis alumnos trascender, ciento una enorme satisfacción” dice.
Como balance personal dice “durante tantos años trabajando para Misiones y la Cultura, en primer lugar siento que me ha dejado mucho, porque en todo mi que hacer musical, conocí y formé también músicos, siempre estuve en esa formación constante” expresó.
Para finalizar “creo que los artistas nos debemos al pueblo y según la capacidad de cada uno educa, porque también sucede que puede haber alguien que embrutece al público”.
Ricardo Ojeda es uno de los máximos exponente de la música misionera y sin lugar a dudas es y será un “Gran Maestro” por su entrega y dedicación permanente.