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La tensión y el peligro volvieron a ser protagonistas ayer en torno a “Carlinhos” (36), el brasilero detenido bajo sospechas de ser uno de los autores del intento de copamiento de la cárcel obereña para rescatar a uno de sus connacionales. La Policía provincial abortó una presunta fuga que el sospechoso aparentemente ideaba, munido de armas blancas de fabricación casera y elementos propicios para forzar los barrotes de su celda.
La situación fue descubierta por los efectivos de la Unidad Regional II y de la comisaría seccional Tercera, donde el extranjero se encuentra alojado. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, informes de inteligencia analizados en las últimas horas alertaron a las autoridades sobre un posible intento de fuga del brasilero.
Ante tal situación, la Policía provincial llevó adelante una requisa sorpresiva en la dependencia emplazada sobre avenida Pincen que no tardó en arrojar resultados positivos. En poder de “Carlinhos”, los efectivos encontraron “facas” o “tumberas”, armas realizadas con elementos metálicos, que el maleante presumiblemente utilizaría ante los policías en un momento determinado.
No obstante, aquello no fue lo único. También se encontraron metales transformados en “herramientas caseras” que tenían como claro objetivo forzar los barrotes del calabozo en el que el acusado se encuentra alojado.
La novedad obligó a las propias autoridades de la Unidad Regional II a reforzar la seguridad en la Tercera y, al mismo tiempo, solicitar a la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá y al frente de la pesquisa, el inmediato traslado del detenido hacia un centro de alojamiento propicio. En ese sentido, se supo que en las próximas horas podría ser derivado a una de las unidades del Servicio Penitenciario Provincial.
“Carlinhos”, patrocinado por la defensora oficial Teresa Gómez de Roth, permanece detenido junto a “Yoni” (22), quien es defendido por el abogado particular Roberto Bondar. Ambos están sospechados de ser parte de la organización que intentó liberar al asaltabancos brasilero Vanderlei Lopes (33) en la noche del lunes 30 de julio.
Ese día, cuatro brasileros tomaron un remís en Oberá y pidieron un viaje hacia cercanías de la cárcel local, la Unidad Penal II, emplazada a unos 5 mil metros del centro. En el camino, el grupo secuestró al chofer y estacionó en un camino lindante a la penitenciaría.
Alrededor de las 20, tres de los maleantes irrumpieron en una obra en construcción lindante al módulo A, tomaron como rehén al sereno e intentaron ingresar al pabellón. El intento falló gracias a que uno de los penitenciarios de guardia se percató de lo ocurrido y disparó dos veces, razón por la que los brasileros finalmente escaparon a la carrera.
“Carlinhos” fue apresado al día siguiente sobre avenida Italia, deambulando y tras preguntar cómo llegar a Brasil. Se supone que fue uno de los autores del golpe fallido. “Yoni”, en tanto, sería para los investigadores la “pata local” encargada de brindar apoyo logístico al grupo.