Con esta actividad, que la realizan Edgardo Verón, su esposa Susana Acevedo y el hijo de ambos Lucas, mantienen a sus otros cinco hijos y a sus dos nietos que están a su cargo.
“No tenemos horarios, salimos cuando tenemos que hacerlo, así sea las 4 de la mañana, las 2 o las 6 dela tarde, porque cuando nos llaman nuestros clientes tenemos ir”, contó Edgardo a PRIMERA EDICIÓN. Es que son tan conocidos que los llaman para que pasen a retirar lo que tengan para dar, desde cartones hasta bicicletas, camas, pavas, puff, colchones, lo que sea. Incluso les llevan cosas a su casa en el barrio Rocamora de Posadas.
“Nosotros arreglamos todo y lo vendemos en la Feria de Villa Cabello, y a buen precio, porque siempre hay alguien que necesita. Pero también ayudamos a todos aquellos que necesitan nuestra ayuda, porque si uno da, vuelve el doble“, indicó.
Los tres trabajan codo a codo en la calle, todos los días “se puede vivir del cartoneo y la venta de usados, siempre buscamos una forma de salir adelante”, dijo. De lo único que se quejan es de “la falta de educación de los posadeños en lo que es separación de residuos, porque muchas veces nos dejan cartones y encima ponen bolsas de residuos domiciliario que mancha todo el material, y eso ya no nos reciben; o por ejemplo, muchas veces terminamos lastimados porque en las bolsas hay vidrios sin señalizar, o cosas cortantes, esas son algunas desventajas del trabajo”, explicó Edgardo.